Grande dimite por carta y le sucede Joaquín García

Vicente Grande ha dejado de ser presidente del Mallorca, tras dimitir por escrito y sin comparecer en el consejo que nombró a Joaquín García presidente provisional hasta la junta de accionistas del 29 de enero, tiempo en el que se quiere encontrar un nuevo presidente y si es posible un nuevo propietario.

Grande dimitió doce días después del escándalo en Son Moix ante el Recreativo de Huelva cuando la afición le abroncó y pidió su dimisión con gritos de "Mallorca sí, Grande no". El todavía propietario decidió ese día marcharse, llamó a Alemany para que cogiera el club pero después se echó atrás y quiso nombrar a Juan Antonio Ramonell presidente. Esto fue la gota que colmó el vaso y tras una reunión de urgencia entre los administradores de la empresa del presidente, el propio Grande y el abogado del club y secretario del Consejo, Joan Buades, todo se precipitó y se convocó un consejo de urgencia.

La presidencia de Juan Antonio Ramonell, el hombre elegido inicialmente por Grande y que iba a percibir 240.000 euros al año y en un contrato de ocho temporadas, no llegó ni a empezar, ya que los administradores concursales de la empresa de Grande así como el abogado del club, Joan Buades, observaron incompatibilidad jurídica en el nombramiento de Ramonell al ser acreedor de Grande. Ahora el objetivo es recuperar a Alemany.

Tensa reunión del Consejo de Administración

La reunión del Consejo se prolongó por espacio de tres horas y media y fue muy tensa entre el consejero y accionista José Miguel García y la propiedad del club, representada por la familia de Grande ante la ausencia del ex presidente. "Me parece una actitud deplorable que no viniera Grande, así lo he hecho constar en acta. Hay que dar la cara y afrontar la situación", dijo a AS. El segundo accionista del club añadió que "he pedido muchísimas explicaciones en acta, me darán traslado para que haya transparencia y se despejen las dudas de los aficionados sobre dónde está el dinero de los traspasos". José Miguel García coincidió en que "Alemany sería el mejor presidente posible en esta situación, pero no aceptará si no tiene plenos poderes. Lo mejor que puede pasar es que se venda el club".