Carlos Gurpegi ha tardado poco en asomarse por Lezama. El lunes pasó por el quirófano y ayer se presentó en el Campo 1, donde se entrenaban sus compañeros, con el rostro hecho un cromo, adornado por una escayola que cubría su nariz. Animoso como siempre, relató que quedó impactado cuando vio las imágenes del choque que protagonizó con Cuéllar, a quien deseó una buena recuperación: "Sobre todo cuando estoy en el suelo y me dan las convulsiones, al verte así te viene a la cabeza cualquier cosa", dijo en referencia a algunos episodios recientes bastante más trágicos que se han producido en el fútbol. "Que sólo tenga que llevar esta escayola durante una semana es para estar contento".
Con una amplia experiencia en golpes y roturas, el navarro declaró que "lo peor ha pasado, el susto y todo lo que conlleva en la familia y en el equipo". Aseguró que no va a cambiar ese estilo decidido y generoso que tantas facturas le ha pasado en el plano físico: "Es mi forma de jugar, con la que he llegado a Primera División y es la que tengo que mantener. Dentro de un tiempo, cuando salte para rematar no sé qué pasará por mi cabeza. pero tengo que seguir así".
Explicó que en el lance del que salieron malparados tanto Cuéllar como él, ni vio al portero del Sporting. "David López me dijo que me la pondría en el segundo poste y yo lo que hice fue seguir con la mirada el balón. De lo siguiente que me acuerdo es que estaba en el vestuario".
Cuando recobró la conciencia no sabía lo que había pasado. Ahora su objetivo es ponerse bien para figurar en la convocatoria para el partido del 4 de enero frente al Espanyol: "Tengo que llevar la escayola hasta el lunes y no podré entrenar con el grupo en un tiempo para evitar recibir algún golpe".
Infortunio. Según Fernando Llorente, el fútbol no se está portando bien con Gurpegi. El aludido se mostró de acuerdo: "Vivo una vida de privilegiado, pero dentro de eso no estoy teniendo suerte. Me están pasando muchas cosas y pocas buenas". Agregó que la única que merecería tal consideración en el año vigente es haber vuelto a jugar al fútbol tras la sanción: "Creo que es el único recuerdo positivo que me llevo de 2008, así que estoy deseando que llegue 2009, a ver si es más agradable".
Gurpegi agradeció las incontables muestras de apoyo recibidas estos días, se disculpó por no haber podido responder a todos los mensajes llegados e hizo un aparte para el detalle de Manolo Preciado, "que se acercó a la camilla para hablarme".
Tradicional visita a hospitales
Tras el entrenamiento matutino de ayer en Lezama, la plantilla del Athletic se dividió para visitar a los niños ingresados en dos centros hospitalarios y repartir obsequios, una iniciativa que repiten todos los años cuando se acercan las navidades. Los rojiblancos coincidieron en los pabellones infantiles de Basurto y Cruces con los integrantes del Euskaltel Euskadi y el Iurbentia Bilbao Basket.
