Los inversores dicen que la venta está cerca y falta firmar

El Levante sigue sin definir su futuro aunque, según el entorno del grupo madrileño supuestamente interesado en comprar, se habría avanzado en la redacción del contrato privado que, si no se firmó ayer en el último momento, podría ver estampada la rúbrica de ambas partes en las próximas horas. Por tanto, se quedarían en el mismo punto que con Tomás Carmona (quedaría acudir al notario), con el que el actual dueño y Pedro Villarroel alcanzaron un acuerdo el pasado 5 de junio aunque, posteriormente, todo quedó en agua de borrajas. Las condiciones de los madrileños, tres millones por las acciones y pagan el finiquito de Romero, aunque sin reconocer la deuda del Levante con Villarroel.

El paralelismo con Carmona es inevitable. El grupo que llega de la mano de Emiliano Carballo lleva asegurando desde hace más de un mes que la compra es inminente aunque, por unas cosas o por otras, todavía no se ha producido. Lo mismo que con Carmona. Y, todo ello, a 13 días de la Junta, en la que, si Romero cumple su palabra, ya no estará.

Con la dimisión del presidente sucede como con la compra: siempre va a producirse pero nunca se lleva a cabo. En la anterior Asamblea, Romero dijo que abandonaría, lo mismo que repitió durante toda la pasada campaña. Luego, en verano, recalcó que no comenzaría esta campaña, pero sigue con las riendas del club, con la sombra de Villarroel planeando (es dueño del 75% de las acciones de Santiago Cucart SL).

Otro paralelismo es que los intermediarios se niegan a arrojar luz sobre los inversores. En verano, Carmona dijo que había un gran inversor detrás y luego que se representaba a sí mismo. De los madrileños, sólo se sabe que supuestamente hay un grupo fuerte inmobiliario detrás y que, cuando se sepa, "todo el mundo se sorprenderá", según fuentes de la operación.

Otras opciones.

La indefinición de Romero y la elevada deuda del club ya ha espantado opciones como la de Antonio Blasco y Gabriel Martínez y otras que estaban más verdes como la de Alejandro Payá y Chimo Serrano o la de los coreanos. Por otro lado, la filtración de la presunta compra del Athletic-Levante pone trabas en la relación entre Ayuntamiento y club granota.