Marcelino se reúne hora y media con la plantilla

La derrota de Vigo ha abierto una nueva brecha en la credibilidad de Marcelino y también ha puesto en cuestión el papel de favorito que se le suponía al Real Zaragoza esta temporada en Segunda División. El escepticismo crece en torno a las posibilidades de este equipo y de su irrenunciable objetivo y Marcelino decidió convocar ayer una reunión extraordinaria en el vestuario para intentar reconducir la situación con un intercambio de opiniones en grupo. El cónclave se extendió tanto -casi una hora y tres cuartos- que el equipo no salió al final a entrenarse al campo de fútbol y tan sólo realizó algunos ejercicios en el gimnasio.

Marcelino acostumbra a repasar con detalle el último partido antes del primer entrenamiento de cada semana, pero la charla de ayer fue excepcional, fundamentalmente por su duración. Luego Gabi, al que le tocó dar la cara en la rueda de prensa, sostuvo que el diálogo apenas había durado 25 minutos, pero la realidad fue otra. Duró muchísimo más. También el club, ante la obsesión de Marcelino por tenerlo todo bajo control y evitar cualquier filtración, intentó rebajar la duración del encierro en el vestuario, pero era una batalla perdida de antemano. Y hasta absurda, porque el secretismo no hizo más que darle mayor importancia a la reunión.

Reproches.

Conviene aclarar que en el largo diálogo entre Marcelino -con su cuerpo técnico, Rubén Uría e Ismael Fernández- y la plantilla no hubo crispación ni enfrentamiento en ningún momento, pero sí varios reproches: del técnico a los jugadores y de alguno de ellos a Marcelino. El entrenador asturiano volvió a insistir en que al equipo le faltó sobre todo intensidad en Balaídos y también les dijo a Oliveira y Ewerthon que deben esforzarse más en la presión y en el trabajo colectivo. Por su parte, un jugador llegó a cuestionarle a Marcelino que los echara a los leones tras el partido de Vigo con sus declaraciones: "No tengo una explicación, si no, no nos hubiera pasado. Los jugadores deberán explicar por qué".

No es la primera vez que un futbolista le lanza un reproche a Marcelino por sus declaraciones post partido. Sin ir más lejos, Oliveira le recriminó públicamente al técnico que se preguntará en voz alta por "los de la pegada" tras el ridículo del equipo en Gerona. El técnico les pidió desde el primer día a los futbolistas que le hablaran claro y de frente. Y en esos términos se celebró el cónclave de ayer, en el que Marcelino se esforzó por reforzar su ideario futbolístico y continuó insistiendo en valores como la intensidad y la presión.

La consigna final fue negar que la reunión se hubiera extendido más de lo previsto -Marcelino tenía previsto, en principio, hacer trabajo de campo y la prueba es que los jugadores se calzaron las botas- y decir que el entrenamiento se había completado en el gimnasio. Y a todo esto, el director de comunicación, Luis Sol, tuvo que personarse en la Ciudad Deportiva para ver qué pasaba, porque iba a comenzar el ágape de Navidad y no llegaba nadie del primer equipo a las oficinas del club.