O me quitan la tarjeta o todo es una gran mentira", reconoció Tote el lunes sobre las expectativas que tenía puestas en el Comité de Competición y en la posibilidad de que éste rectificase y le quitase la tarjeta roja que vio el domingo ante el Tenerife. Sin embargo, los peores presagios de Tote se cumplieron y tanto el mediapunta madrileño como Sergio Fernández se encontraron con la cruda realidad y con un partido de sanción, ya que Competición, a pesar de los recursos presentados por el Hércules, ratificó el castigo.
La buena noticia para Tote y para Sergio es que el club tiene previsto defenderles hasta el final, según el comunicado oficial que mandó ayer la entidad. Y es que el Hércules "presentará en tiempo y forma" la documentación necesaria para que el Comité de Apelación tome cartas en el asunto y estudie la supuesta agresión del madrileño a Manolo Martínez y la tarjeta amarilla que vio el capitán herculano por "desconsideración con el colegiado".
Ultima vía.
Si Apelación mantiene la sanción, el Hércules va a agotar todas las opciones para que Mandiá no pierda a dos de sus piedras angulares ante el Huesca. Si el recurso no prospera, la entidad blanquiazul recurrirá al Comité de Disciplina para solicitar la cautelar. El objetivo del club es que tanto Sergio Fernández como Tote no se pierdan el último partido del año y puedan ser de la partida ante el conjunto aragonés.
Por último, Competición también castigó con un partido a José Prades, fisioterapeuta del club, y a José Ramón de la Fuente, entrenador de porteros, por "desconsiderar" a los árbitros en el partido del domingo ante el Tenerife.
Tote: "Siento asco de todo esto, es injusto"
Tal y como se esperaba, Tote y Sergio Fernández no tardaron en reaccionar. El mediapunta madrileño fue el más crítico tras conocer su sanción. "Siento asco de todo esto. La sanción es injusta porque ni siquiera le toco. Seguro que no han visto ni el vídeo", comentó ayer Tote nada más conocer que, salvo decisión final, tendrá que ver el partido ante el Huesca desde la grada. "Me da rabia porque por un error no voy a poder ayudar a mi equipo y quería jugar este partido para habernos ido de vacaciones con 29 puntos. Estoy tranquilo porque no le hice nada, pero no confío mucho en que rectifiquen", aseguró el madrileño. Por su parte, Sergio Fernández se mostró más moderado y se congratuló de que la sanción no superase el partido de sanción. "Estoy satisfecho porque podría haber sido mucho peor", dijo el central, quien confía en el club y en los recursos que ha enviado para que Apelación y el Comité de Disciplina rectifiquen. "No quiero hacerme ilusiones de nada, pero yo confío mucho en la gente del club y sé que están cualificados para tratar estos asuntos", apuntó Sergio Fernández, uno de los intocables de Mandiá.
