Liga BBVA | Athletic
Gurpegi ya está en casa y volverá a jugar en enero
"Tiene la nariz muy castigada y hay que ser prudentes", advierten
Carlos Gurpegi descansa en su domicilio de Berango. El centrocampista rojiblanco dejó pasadas las 17 horas la habitación de la Clínica del doctor San Sebastián en la que estuvo ingresado desde el domingo por la noche. El rojiblanco entró en el centro médico con un cuadro preocupante tras el violento choque que sufrió con Cuéllar, portero del Sporting: traumatismo cranoencefálico, rotura del tabique nasal y posible afectación cervical. Afortunadamente para él, su lesión queda en una fractura del tabique. Fue operado la noche del domingo y ayer, tras superar un nuevo control, le mandaron a casa. Estará en condiciones de volver a jugar cuando se reanude el campeonato tras el parón navideño. Es más, si todo va bien empezará la recuperación esta misma semana. Aunque, por ahora, manda la prudencia: "Su nariz está muy castigada porque ya había recibido muchos golpes".
El de Andosilla abandonó la clínica por su propio pie y antes de montar en el coche en el que le esperaba uno de sus familiares recibió gestos de cariño por parte de la gente que paseaba por la céntrica calle deustoarra en la que se encuentra el centro médico. La máscara que llevaba en el rostro para la correcta evolución de la fractura era el único recuerdo visible del golpetazo que se dio con Cuéllar.
Lagunas.
Horas antes de que recibiera el alta hospitalaria, Josean Lekue, jefe de los servicios médicos del Athletic, detalló la situación del centrocampista. Y explicó que lo que más preocupó a los especialistas fue el "importante traumatismo cranoencefálico" con el que se presentó en la clínica. Una vez descartado cualquier daño cerebral, abordaron la reconstrucción del tabique nasal.
Lekue se refirió a la tensión vivida cuando Gurpegi perdió la consciencia y sufrió varias convulsiones: "Estaba aturdido y con muchas lagunas. Recuperó la consciencia en el vestuario, pero no se acordaba de nada de lo ocurrido. Ahora hay que ser prudentes porque su nariz está muy castigada. Ya había recibido más golpes".