El Zaragoza desmiente su condición de favorito

La condición de favorito del Zaragoza ha quedado desmentida: primero por el juego, impropio de un equipo con un presupuesto que multiplica al resto y maniatado por la contradicción de no querer asumir con la pelota un papel dominante, trampa a la que lo fuerzan sus rivales. Segundo, por los resultados. El Zaragoza ha estado en ascenso siete de 16 jornadas y sólo ha ganado a dos de siete equipos de la mitad superior de la tabla.

Marcelino pidió seis semanas y lleva 16; luego vio una mejoría cuestionada por el Huesca y negada de forma rotunda en Vigo. En perspectiva, la trayectoria del Zaragoza no es para creer en su condición de dominador. Le ganó al Xerez, segundo, por 2-1; y al Tenerife, octavo, por 1-2. Perdió con el Hércules, que es tercero; con el Celta, undécimo; y con el Girona, duodécimo. Y empató con el Castellón, el Huesca y la Real. El resto de sus triunfos: contra el Murcia (20º), el Éibar (17º), el Elche (18º) y el Sevilla Atlético (22º).

El sistema. Nadie le pedía al Zaragoza que fuera primero de principio a fin o que subiese en enero. Pero la insolvencia que lo afecta, por no hablar de la calidad de su fútbol, provoca muchas sospechas. El celebrado estilo de Marcelino sigue sin aparecer o lo hace de forma residual. Es más frecuente la mediocridad. Marcelino se ha encastillado en un 4-4-2 muy plano: nula llegada de los pivotes, ninguna aparición de los laterales por afuera, escasez en las bandas y nada de elaboración. A eso se está agregando otro problema: la decadente sinergia entre Oliveira y Ewerthon, aderezada por la repentina sequía goleadora del primero; y el interrogante de Jorge López, el único jugador diferencial detrás de los puntas: esquinado y, ahora, claramente en horas bajas.

El plan de Marcelino tiene que ver con el orden posicional, la presión, el robo y la contra. Propuesta bien ejecutada en el Racing o el Recre, pero de interpretación muy deficiente en el Zaragoza, donde maneja jugadores de perfil superior, ajenos al fútbol industrioso. Además, los rivales le admiten su condición de favorito y juegan a esperarle. Concebido por su técnico para vivir de la rapidez, los espacios y el error ajeno, el Zaragoza propone poco con la pelota en los pies. Cada día parece depender más de sus goleadores y su portero.

Ocho equipos en tres puntos

El sábado, después de perder 2-0 con el Celta, el Zaragoza caía a la cuarta plaza por dos goles de diferencia con el Hércules, y ayer se quedó en esa posición por uno solo. El equipo alicantino perdió en Tenerife (3-2) y sujetó su plaza de ascenso provisional por esa mínima distancia. La 16ª jornada ha apretado sobremanera la mitad superior de la tabla. Sigue mandando el Salamanca (31 puntos) y lo sigue el Xerez (29). Pero entre el tercer clasificado (el Hércules, con 26) y el décimo (el Albacete, 23) hay sólo una victoria de distancia. Tres puntos. Y hasta el 13º, el Levante, hay sólo cuatro de diferencia.