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Borja Valero

"Granero es mejor que Van der Vaart, y De la Red, que otros"

Borja Valero (Madrid, 1985) juega en el West Bromwich Albion, club al que llegó el pasado verano desde el Mallorca. Se hizo futbolista en la cantera del Real Madrid.

Tomás Guasch
Habla el centrocampista del West Bromwich Albion.

Su equipo es el colista de la Premier.

Ya: si no fuera por el fútbol, todo sería perfecto.

¿Acaso se arrepiente de haber dejado Palma?

No, y no por el Mallorca, claro. La experiencia es magnífica y noto cada día que crezco como futbolista y persona.

¿Por qué están en la cola?

Se va usted a sorprender...

Vamos a ver.

A Tony Mowbray, mi entrenador, le gusta tanto el fútbol español que quiere que juguemos tocando siempre e igual no tenemos gente para eso. Hubo partidos que jugamos bien, pero de momento no nos alcanza para ser fiables.

Mowbray es escocés. Su gusto por el toque suena raro...

Ya, ya... No sé dónde le dio el aire, pero no recula ni un centímetro. Ya sabe que en las islas, la mayoría de equipos son de dos pases y patada p'alante. Juegan con dos delanteros muy fuertes y buscan la segunda jugada, el córner, los saques de banda.

Y usted, como pulpo en un garaje.

Ya no tanto, te acabas acostumbrando. Aquí juegan distinto los cuatro grandes, y cada uno en su estilo, pues no es lo mismo el Chelsea que el Arsenal, y el Aston Villa este año. Y nosotros cuando nos sale. El resto es muy inglés.

Su Tony igual se inspira en la Selección. No es malo...

Sí, la ve siempre. Y todos los partidos de nuestra Liga que da Sky Sport y pueden ser cuatro por semana. Los ve y luego nos dice que debemos jugar igual.

¿No le aconseja que fiche a Silva, Iniesta, Xavi...?

Eso es complicado, pero sí quiere fichar más futbolistas españoles. Lo tiene clarísimo.

Usted está solo en el equipo, no le iría mal.

Somos la ONU, con checos, eslovacos, polacos, pero lo más parecido a un español son dos colegas portugueses. Eso me va divino para el idioma: llegué con un pobre inglés y, amigo, lo que me he espabilado. Yo le alabo el gusto, a mi entrenador, digo: el fútbol físico funciona a veces; a pelotazos no se juega. Hay a quien le gusta, pero no es mi caso. Ni el de mi equipo. Confío que la apuesta, que es la buena, acabará funcionando. El toque-toque es lo ideal. Es de agradecer que el entrenador de un equipo sin grandes posibles quiera jugar as lo fácil para él sería lo otro y no cae en esa mala tentación.

Usted es cantera del Madrid. ¿Qué opina de ella?

Que está como en mi tiempo, luchando contra la dificultad de pertenecer a un club demasiado grande que busca fichar estrellas. Tiene mucho más dinero que paciencia con los chicos de casa. Ya sé que dimitió Míchel...

¿Y...?

Dijo cosas que otros dijimos antes y no se nos creyó. Estoy de acuerdo con él en mucho de lo que explicó. Cuando habló uno de nosotros se dijo que lo hacíamos desde el rencor... Que lo diga él nos da la razón a quienes defendemos que en el Madrid pasan cosas raras. El tiempo acaba poniendo a la gente en su sitio.

¿Por ejemplo?

Mata, Negredo, Arbeloa, el mismo De la Red... Han demostrado fuera del Madrid que tienen calidad y que el club se equivocó no apostando por ellos. Que valen para completar la plantilla, por lo menos eso, no admite discusión. La realidad es que ficharon extranjeros que no son superiores. Para extranjeros indiscutibles Figo, Zidane, Ronaldo... Después llegaron otros para ocupar puestos que la cantera pudo cubrir perfectamente.

Por no remontarnos a Pablo García, Diogo y tal. Cuando ficharon a Van der Vaart me pregunté si es mejor que Esteban Granero. ¿Usted qué opina?

Que éste es un caso claro: es mejor Granero, como es mejor De la Red que otros, Gago o Diarra, por ejemplo. O dicho de otra manera, ninguno es mejor que ellos, los de la casa.

Me dijo Arbeloa: "El Madrid trabaja bien la cantera, otra cosa es que la utilice". ¿Es eso?

Justamente. Lo he vivido de cerca, lo tengo tan claro como él. El Madrid trabaja muy bien la base, pero todo se rompe en el momento clave: el del salto al primer equipo. Quieren resultados inmediatos y eso no casa con el tiempo de cocción de un jugador que viene de abajo.

Usted jugó en el Castilla que descendió a Segunda B, entrenado por Míchel casualmente. ¿Qué pasó?

No lo sé. Que con aquella plantilla perdiéramos la categoría es un misterio. De pronto empezamos a perder y todo fue a peor. La idea de Míchel nos gustaba, no hubo un problema de desconexión entre jugadores y entrenador. Competimos cada partido como si fuera el último... y bajamos. Fue un gran disgusto, pero salvamos la parte más importante de un filial: competimos, sufrimos ante rivales más expertos y difíciles. Se perdió la categoría, pero se formaron buenos futbolistas, a todos nos curtió tan mala experiencia. Es probable que aquel descenso llevara a mucha gente a pensar que no valíamos para el Madrid; si así fue, se cometió otro error.

El futuro a corto plazo indica que el dinero está en la Premier. Esperar la llegada de grandísimos jugadores para nuestro fútbol va a resultar complicado. ¿Cómo competir con el Manchester City por un mismo jugador?

Esa es una buena reflexión que da paso a otra: el club que no forme sus propios futbolistas lo tendrá mal si su talonario es inferior al del vecino. No existe una fórmula que te permita ganar siempre, pero hay experiencias que deben valorarse. Al Madrid siempre le fue bien cuando apostó por su cantera y podríamos remontarnos a los Pirri o Camacho. Sería absurdo pretender que el Madrid alinease once tíos de la cantera, pero tampoco es normal que desde Raúl, Guti y Casillas ningún otro se haya consolidado en la plantilla. Hablamos de varias generaciones, de muchos años de tapón: es imposible que todos hayamos sido malos para el Madrid. Igual yo no valía, pero, ¿y los demás? ¿Tampoco?

Le veo más contundente que rencoroso.

¿Cómo le voy a tener rencor al Madrid si me crié allí? Soy y seré madridista; por mí que gane cada partido, cada título que dispute. Ojalá pudiera expresarme en otros términos. Y es que en asuntos de cantera, España lleva años marcando la pauta, compitiendo de igual a igual con las mejores del mundo. Yo fui campeón de Europa Sub-19 en un equipo en el que jugaban Sergio Ramos, Alexis, Garrido, Albiol, De la Red, Gavilán, Silva... Un equipazo. ¿Todos esos son inferiores a quién...?

Es que uno se fija en jugadores que se nos han ido y le da la depre.

En el Liverpool, por ejemplo. Compran indiscutibles, tipo Torres o Xabi Alonso por citar dos de los nuestros. Gente que de verdad aporta cosas.

¿Ve al Liverpool campeón de Liga por fin? Ayer empató.

Sí lo veo. Es el clásico equipo sólido que gana una Liga. Es difícil hacerle ocasiones pues está bien trabajado atrás y tiene calidad arriba. Cuando se juntan Torres y Gerrard es muy difícil pararles. Está entre ellos, Chelsea y Manchester.

¿Qué jugador le ha impresionado más?

Steven Gerrard, sin duda. También Lampard y Deco, que se ha venido arriba y vuelve a ser el jugadorazo de sus primeros años en el Barcelona. Hablé con él un buen rato cuando nos enfrentamos al Chelsea y le vi feliz, muy motivado con esta nueva etapa de su vida.

No ha citado a Cristiano.

Es muy bueno, pero el día que nos medimos al Manchester me sorprendió más Dimitri Berbatov: me pareció un delantero increíble.

¿Y cómo es un día suyo en Birmingham? ¿Qué es lo que más le ha chocado de la vida inglesa?

El horario de las comidas: pueden almorzar a las doce y cenar a las seis de la tarde. ¡Están locos, ja, ja! Eso y el frío, que es terrible. Y para uno que llegó desde Palma... Me sigue sorprendiendo ver a las chicas en manga corta y con minifalda, con el termómetro bajísimo. No sé cómo no se ponen malas...

¿Y la ciudad?

Bien, diferente a lo que estamos acostumbrados nosotros. El centro en muy pequeño, lo recorres en nada, y luego la ciudad se alarga y alarga durante muchos kilómetros. La gente vive en casitas, ellos crecieron a lo largo y no para arriba, como pasó en España.

Y en Navidad, a jugar.

Sí, otra costumbre distinta. Se juega durante las fiestas y no sé si podremos viajar a casa Rocío, mi mujer, y yo más que en Nochevieja y unas horas. Cuentan que en esos partidos el ambiente en los estadios es más extraordinario que nunca pues se llenan de niños que sí están de vacaciones, acuden las familias enteras...

¿Tiene trato con otros futbolistas españoles de allí?

Con Carlos Cuéllar el que más. Juega en el Aston Villa, el otro equipo de la ciudad. Bueno, hay un tercero, el Birmingham City, que está en Segunda. Con Carlos nos vemos con frecuencia pues vivimos muy cerca.

Cuéllar tenía una magnífica serpiente boa en su casa de Pamplona, cuando jugaba en Osasuna. ¿La conserva?

¡Le pregunté por ella en cuanto le vi! Pero no. Cuando le fichó el Glasgow Rangers, su primer club en las islas, la dejó en casa de unos amigos, en Pamplona. Y allí sigue. Hablo mucho con Arbeloa, por nuestra amistad de los viejos tiempos en el Madrid. He ido a ver partidos de su Liverpool en la Champions. Ahora está Riera, al que conocí en Palma... Los demás me pillan más lejos.