El Espanyol rondó la victoria, la tuvo en sus manos un rato, pero en cuanto Rufete vio la roja en el minuto 38 se dio cuenta de que lo que entonces era una sorpresa iba a necesitar convertirlo en un milagro para mantener la ventaja hasta el final. Y no porque el Valencia estuviera de dulce, más bien le costaba un mundo entrar, al menos cuando fueron 11 contra 11, pero en inferioridad, el afán de conservar su botín en unos y la necesidad local empujó a los de Emery arriba e hizo recular a los del expulsado Mané.
Antes y para que nadie se llevara a engaño, los papeles se repartieron desde el arranque como se esperaba: el Valencia llevaba el peso, pero con un ritmo lento que le hacía previsible, y el Espanyol aguardaba, prietas las filas, a la espera de sorprender en una contra. El mismo partido en Mestalla de los dos últimos meses. Los catalanes se sentían cómodos, no sufrían y empezaron a estirarse, primero con un disparo de Nené y, después, con el gol de Román, más bien autogol de Albelda. Mestalla tembló, pero se le pasó el congojo con la roja a Rufete y con el empate, nacido en un mal rechace de Torrejón en una de las múltiples llegadas locales.
Pero los ches querían más y para ello necesitaban a Silva pues, hasta que entró, nadie encendía la luz en la oscuridad trenzada por el Espanyol. El canario contagió a Villa, que asistió a Vicente para que volteara el marcador y dejase a los de Mané sin ningún premio.
Emery: "Nos gustaría sufrir menos"
"No es lo mismo jugar con diez que con 11, pero si hemos ganado no ha sido sólo por eso, el Valencia ha tenido su mérito. Silva ha estado bien, pero le falta coger el lógico ritmo que le falta después de tanto tiempo parado. Hemos utilizado varios sistemas y el equipo sigue dando pasos para crecer, aunque tiene margen de mejora. Nos gustaría sufrir menos, pero estamos en el camino de recuperar la fortaleza en nuestro estadio, que es algo básico".
Mané: "La expulsión, desproporcionada"
"La expulsión ha sido completamente desproporcionada, primero por la falta y luego porque no la ha visto, la ha pitado por el juez de línea y lo expulsa sin saber cómo ha sido la acción y eso nos ha perjudicado mucho. En el descanso le he hecho saber que esa falta no debía acarrear tarjeta, me ha preguntado si yo le iba a enseñar el reglamento, le he dicho que en este caso sí y me ha expulsado. Con diez era muy problemático ya ganar en este estadio".
El detalle: Hubo pelea en los vestuarios
Tras el pitido final, Miguel y Beranger, que habían tenido un roce en el último minuto, se encararon también en el vestuario, en una trifulca en la que participaron también Pareja y Valdo. Sin embargo, no fue a más porque intervinieron otros futbolistas para separar a todos.
