Xavier Monteys, Monty, (Barcelona, 1973), actual jugador de la Gramenet (Grupo 3 de Segunda B), será operado este viernes de un tumor testicular que se le ha diagnosticado tras dar positivo en una prueba antidopaje realizada después del partido Ontinyent-Gramenet que se disputó el pasado 26 de octubre.

La Real Federación Española de Fútbol informó al club barcelonés del positivo por gonadotrofina coriónica humana, una hormona que aparece en los cuerpos de las mujeres embarazadas, pero que está considerada una sustancia dopante (HCG) en los varones por ser utlizada en procesos posteriores al uso de anabolizantes.

Puesto en conocimiento por Joan Vilaseca, médico de la Grama, Monty negó haberse dopado. Vilaseca comenta a AS que "creyendo al futbolista, quedaba claro que esa alteración hormonal se debía a un problema médico grave". Monty asumió haber notado "molestias en el testículo derecho", que es el órgano en el que se suelen manifestar los tumores, ya sean benignos o malignos. "Ahí encontramos una superfície tétrea que lo explica todo", dice Vilaseca.

Que los doctores hayan podido detectar el tumor que sufre Monty es "una casualidad", como afirman algunas fuentes. Es la primera vez que se detecta un tumor a raíz de un positivo en un control antidopaje.

La casualidad es mayor si tenemos en cuenta que, de media, sólo cuatro futbolistas de Segunda B pasan controles cada fin de semana. Cabe recordar que hay cuatro grupos de 20 equipos cada uno, lo que hace un total de 80 clubes en liza cada jornada. Un portavoz de la RFEF informó ayer a AS que sus normas del control del doping establecen la realización de 1.500 pruebas anuales en las tres categorías del fútbol nacional (Primera, Segunda y Segunda B). Por fortuna, una de ellas le tocó a Monty. El ex delantero de Badalona, Terrassa o Mataró espera "buenos resultados" y volver a meter goles muy pronto.