El aguinaldo de Navidad exige un pleno al Athletic

El objetivo común, estamos todos de acuerdo, es llegar a una zona tranquila antes del parón de Navidad". Así de claro se manifestó Fernando García Macua en las horas previas a que el Athletic se enfrentara al Numancia. Esa fue su manera de pedir calma a los parroquianos, que empezaban a tener dudas sobre la fiabilidad del proyecto rojiblanco. El presidente hablaba de cuatro partidos: Numancia, Racing, Sporting y Betis. Dos han pasado ya y el camino sigue sin desbrozarse. El equipo no ocupa posiciones de descenso, aunque está clasificado con los mismos puntos que el Espanyol, pero sigue en un terreno pantanoso.

Los rojiblancos echan cuentas y se tiran de los pelos pensando en la oportunidad perdida en El Sardinero. El Athletic dejó escapar una victoria que tenía en la mano y que, vistos los resultados que se dieron en la jornada, era vital para mantenerse en la lucha por acabar el año en el segundo grupo del campeonato, el que va detrás del tren de cabeza de la Liga y tiene una cierta distancia con los equipos que viven con los problemas colgados de su cuello.

Pues bien, el puntito de El Sardinero se antoja insuficiente para conseguir las metas marcadas. Los equipos que le preceden en la tabla aguantan el tirón y este domingo se ha demostrado que no ganar es casi como una derrota.

La tranquilidad ansiada por el presidente García Macua exige de un extraordinario final de año. Estas dos últimas jornadas de 2008 ofrecen varios cruces directos entre los ocupantes de la zona media y el Athletic está necesitado de puntos. ¿Cuatro? Aunque siempre se dice que firmar la media inglesa es sinónimo de éxito, los rojiblancos podrían quedarse cortos con ese recorrido. Para empezar porque al menos cuatro equipos de la mitad de la tabla hacia abajo (Betis, Getafe, Málaga y Sporting) estarían fuera de su alcance. Ese número podría aumentar en dos (Racing y Almería) a nada que cada uno de ellos sume.

Advertidos.

La plantilla, pero sobre todo la grada, creía haber puesto el punto y final al coqueteo con los puestos de descenso, pero la pelea sigue igual de viva que siempre.

Es curioso que después de encadenar una victoria y un empate el Athletic esté técnicamente en el pozo (sólo le salva el average) y con la necesidad de ganar al Sporting para no depender de los resultados de Espanyol y Mallorca. La presión es máxima y el equipo tiene que acostumbrarse a vivir con ella. Caparrós también. El presidente, pese a lanzar en público el reto de que hay que llegar bien clasificado a Navidad, está de su lado y no le discute. Cree en el proyecto.