El Roma se encuentra con dos goles que le clasifican

Llevado por el ímpetu de su afición y por las noticias que llegaban desde Londres, un tibio Roma se encontró hoy en su partido ante el Girondins de Burdeos con dos goles que le clasifican para octavos de final de la Liga de Campeones y que dejan fuera de la máxima competición europea a los franceses.

Los italianos, llevados como siempre por un Totti impetuoso y que encontró incluso la senda del gol, jugaron a no jugar frente a sus rivales, en un partido casi muerto que pareció cobrar vida tras el gol de Brighi, que la afición romana celebró como si de la victoria final en la Liga de Campeones se hubiera tratado.

Y eso por no hablar del tanto del capitán romano, quien sentenció un encuentro en el que el Roma sólo lo intentó al contraataque y supo dosificar sus fuerzas ante el Girondins, lo que llevó a la deriva de la ralentización del juego, a pesar del 2-0 final.

Los "tiffosi" -aficionados- del Roma jugaron un gran papel este martes en el encuentro ante los franceses, pues comunicaron a voz en grito el entonces empate del Cluj rumano ante el Chelsea inglés que en ese momento dejaba las cosas tal y como estaban antes del partido, es decir, con un Roma líder del Grupo A.

Después, el Chelsea consiguió volver a adelantarse, pero esa ya fue otra historia para un Roma que para entonces ya había encontrado el primer gol que tanto deseaba y que consiguió romper el partido, colocándolo directamente y como primero de grupo en la siguiente ronda.

Tan tibios como igualados, el Roma y el Girondins de Burdeos libraron su último enfrentamiento oficial de la temporada con finales muy dispares, a pesar de que ambos equipos plantearon un encuentro muy parecido: pocos riesgos y mucho centro del campo.

Los franceses terminaron rindiéndose al final del encuentro a la superioridad en el marcador del Roma, pero desde el primer momento plantaron cara a los italianos, llevando el miedo a la afición local, que en ocasiones temió que todo se diera la vuelta y que su equipo no fuera capaz de lograr el pase.

El Girondins intentó hacer juego en el partido en los primeros minutos, pero pronto vio los intereses del Roma y terminó dejándolo todo al poderío físico y a los contraataques, que en esta ocasión supieron aprovechar mucho mejor los chicos de Spalletti.

Así, el primer gol, ejecutado por Brighi, llegó después de que Perrotta consiguiera alcanzar la línea de fondo rival e inventarse un pase al centro del área que, avispado, supo aprovechar su compañero. El tanto de Totti, también materializado en el segundo tiempo, fue fruto de una titánica carrera del capitán romano con un desmarque providencial que lo llevaron a rematar con un no menos potente tiro contra el que Ramé no pudo hacer nada.

A pesar de que no pudo marcar, el brasileño Baptista fue quizá el jugador más destacado de un Roma que, por primera vez en su historia, consigue el pase a octavos de final de la Liga de Campeones como primero de grupo, confirmando que poco a poco va remontando su mal inicio de temporada.

Al final del partido, que en ocasiones se volvió brusco y en el que ambos equipos se jugaban el todo por el todo, los aficionados romanos volvieron a ser los protagonistas al jalear a un sustituido Totti que, una vez más, demostró quién -como capitán del barco- es el encargado de llevar al Roma a buen puerto.