Paz rompió la fortaleza

Liga Adelante | Hércules 2 - Eibar 0

Paz rompió la fortaleza

Paz rompió la fortaleza

fito gonzález

El Hércules se impuso ante un rival muy defensivo.

A menudo cuando se aplican calificativos a la Segunda División tales como difícil, espesa, dura o pastosa, a la cabeza viene la imagen de un partido fuera de casa, con un campo embarrado, en pleno invierno, con un árbitro casero y con una afición rival enfervorizada. El Hércules se encontró ayer con el gen de la categoría de plata en su campo, con una grada alentándole y con un colegiado imparcial. La Segunda también es igual de complicada con estos factores a tu favor. Al final ganó con cierta holgura y se coloca igualado con el Zaragoza y a dos puntos del Salamanca y el Xerez pero el partido ante el Eibar fue uno de los más complicados para el Hércules en esta temporada. Se lo tuvo que currar mucho el Hércules ayer ante un equipo con numerosos jugadores sólo preocupados por defender, ordenados y sacrificados con el prójimo. La estrategia volvió a ser la llave maestra para decodificar el entramado defensivo eibarrés. Abraham Paz abrió una lata sellada a cal y canto. Tote, con el Eibar volcado en busca del empate, sentenció en una contra conducida por Farinós.

El técnico eibarrés, Carlos Pouso, dio pistas, con su vestimenta, de lo que iba a plantear sobre el césped. Su atuendo: pantalón vaquero y jersey de lana granate, lejos de cualquier concesión a la moda y la divinidad. Ropa de trabajo. Sólo le faltó ponerse un mono de mecánico. Su apuesta: trabajo y más trabajo, las frivolités se las deja para otros. Así diseñó un sistema defensivo con cinco defensas más un hombre por delante de ellos, Lombraña, destinados exclusivamente a la destrucción.

Mandiá se lo esperaba. Quizás por eso apostó por dos delanteros habilidosos y jugones, Morán y Tote. Pouso se esperaba un hombre referencia, como reconoció tras el partido, pero la sorpresa no sirvió para cambiar su dibujo cicatero. En la primera media hora, el Hércules dio sensación de estar cerca de resquebrajar la maraña de piernas eibarresa. Morán y Tote conectaban y Sales ofreció indicios de que algún día puede llegar a aportar algo positivo.

Sin embargo, cada minuto que pasaba era una medalla que se colocaba cada uno de los defensas visitantes. Mandiá le dio 45 minutos de oportunidad al toque pero tras el descanso se la jugó con Taborda. La presencia del uruguayo hizo recular a la zaga verdiblanca ayer. Tuni estuvo a punto de marcar tras un gran pase de Tote pero Alaña la sacó bajo palos. En el saque de ese córner llegó el 1-0. Farinós sirvió al segundo palo, Tuni la devolvió al primero y Abraham Paz la empujó.

El Eibar salió de la cueva y sacó a Insa y Sutil para empezar a crear. Urzelai tuvo el empate tras un jugadon de Insa ya en el descuento pero Tote mató el choque en un contraataque.