Iraizoz regaló el empate

La titularidad del lateral derecho Pinillos, en detrimento de Valera y la presencia de Marcano en el centro de la zaga, para suplir al sancionado César Navas, fueron las novedades que presentó Muñiz ante un Athletic en el que destacaba la presencia de Koikili en el once inicial, por primera vez en la temporada. En los primeros diez minutos el Racing no tuvo respuesta al juego directo del Athletic, que dominaba sin crear peligro a un rival que habitualmente basa su juego ofensivo en la presión en el centro del campo.

No obstante, la primera acción de peligro la creó el conjunto cántabro, con una buena combinación en la línea de medios, que acabó con un disparo de Serrano, desde la frontal del área, que salió junto al palo derecho de Iraoiz. Los dos equipos parecían más preocupados de mantener su portería imbatida que de buscar la del rival y todo el peligro, que no fue mucho, pasaba por las jugadas de estrategia en las que los defensas estuvieron más entonados que los delanteros.

Dos tímidos remates de cabeza de Tchité y un disparo de Llorente, que salió muy desviado, fue todo lo que se vio en las áreas durante la primera parte. Tras el descanso se adelantó el Athletic en una falta botada por Yeste, que tocó en Lacen, cambiando la trayectoria del balón, sin que Toño pudiera hacer nada para evitar que el balón acabara en las mallas.

A partir de ahí el Athletic se replegó y el Racing buscó el empate con más corazón que cabeza, pero no tardó en tener una clara ocasión en un balón que controló Pereira dentro del área y aunque dribló bien a su marcador, Amorebieta reaccionó con velocidad y se la rebañó cuando el ariete se disponía a fusilar a Iraoiz. El Racing embotellaba al Athletic, pero cometía algunos errores de bulto que a punto estuvieron de costarle el segundo gol, como en una falta inocente que hizo Pinillos en el vértice del área, que sacó con mucho peligro David López, o en una pérdida de balón que propició una contra culminada con un pase horizontal a Vélez, interceptado por Toño.

Los despropósitos del Racing fueron en aumento según se acercaba el final del partido y así llegaban ocasiones el contragolpe de Javi Martínez y David López. Y, a falta de un cuarto de hora, el Athletic se quedó con diez, al ser expulsado Orbaiz que veía la segunda tarjeta amarilla por una patada al rostro de Munitis. El empate se produjo como consecuencia de un clamoroso error de Orbaiz, que con todo a su favor no atajó un centro por alto de Colsa que se le fue de las manos entrando mansamente en la portería. Y, en el tiempo añadido Toño salvó al Racing con dos grandes paradas a disparo de Iraola y de Amorebieta.