García Calvo bicentenario

Llegar a cifras elevadas de partidos defendiendo la camiseta de un equipo suele significar que el jugador protagonista se ha ganado a pulso la confianza en ese club y de su afición, convirtiéndose en un pedacito de su historia. Eso es lo que define la trayectoria de José Antonio García Calvo en el Valladolid. Aterrizó y debutó con la camiseta blanquivioleta hace más de 10 años (6 de septiembre de 1997) y durante siete temporadas que acumula ya está a punto de cumplir 200 partidos oficiales (entre Liga y Copa del Rey). Será mañana ante Osasuna, en el Reyno de Navarra, si juega claro, aunque todas las pistas llevan a pensar que estará en el equipo titular formando pareja con Luis Prieto en el centro de la defensa. "Me estoy enterando de que voy a llegar a esa cifra por usted, y ahora que conozco el dato me produce una gran alegría, porque el Valladolid es un club que me ha dado mucho, con el que me siento muy identificado y en el que por supuesto me gustaría retirarme", dice con tono de orgullo el central madrileño.

Evidentemente, García Calvo, cuando se enfundó por vez primera la camiseta del Valladolid en el Vicente Calderón (salió en la segunda parte en un 5-0 ante el Atlético de Madrid) nunca pensó que llegaría a celebrar esta efeméride de partidos. "Para nada. Vine de la cantera del Madrid dispuesto a seguir mi aprendizaje como jugador, a jugar en Primera División y fíjese a donde he llegado. Para un jugador este tipo de celebraciones es muy importante".

El defensa madrileño ha jugado en el Valladolid en dos etapas: de 1997 a 2001 y de 2006 hasta no se sabe cuándo todavía. "Por supuesto que no me he planteado todavía la retirada. En abril cumpliré 34 años, pero tengo mucha ilusión por seguir jugando al fútbol, por supuesto en el Valladolid. No me siento nada mayor. De hecho, yo voy a entrenarme todos los días con la intención de seguir aprendiendo y mejorando. Claro que tengo un bagaje detrás y una experiencia acumulada, pero la utilizo sobre todo para ayudar a mis compañeros más jóvenes", argumenta García Calvo.

Cumple contrato.

Esto lleva a intentar conocer su futuro en el club. El contrato del jugador madrileño vence en junio de 2009 y él desvela que aún no ha tenido ningún tipo de contacto con el presidente Carlos Suárez ni con el director deportivo Roberto Olabe para renovar, pero tiene claro cuál es su idea: "Me encantaría renovar, además, por mi parte, estoy seguro que no habría ningún problema, pero habría que conocer cuál es la intención de la otra parte, aunque estoy convencido de que el club sabe que mi implicación sigue siendo la misma o más que cuando volví con el equipo en Segunda División, en 2006".

Precisamente, el día de su segunda presentación con el Valladolid lo recuerda García Calvo con especial cariño, "además del ascenso, claro. Siempre recuerdo que cuando me fui al Atlético de Madrid me dijo Carlos Suárez, que empezaba en el club, que volvería algún día, y así fue. Aquel momento fue muy emotivo para mí por todo lo que suponía y por lo que estaba viviendo el club".

García Calvo tiene el sentimiento pucelano tan arraigado que, a pesar de que elude cuánto tiempo cree que le queda por seguir en activo, subraya que le encantaría seguir vinculado al Valladolid cuando cuelgue las botas: "Sería muy bonito seguir colaborando con el club. Eso sí, no como entrenador, porque, además de no tener el título, no me siento preparado para ello".