Albert Luque
"En el Depor sólo viví la cara buena del fútbol"
Han pasado tres años desde que salió por la puerta grande de Riazor. Mañana vuelve. Gracias a la gentileza de la empresa de Fernando Puche, pudo hablar con AS de su regreso en La Malagueta. Al delantero todavía se le encoge el corazón cuando habla de su Deportivo.
¿Qué es lo que más echa de menos de A Coruña?
Allí pasé los años que más he disfrutado en mi carrera deportiva, jugué las mejores competiciones y tuve protagonismo. Me toca volver tres años después. Allí me han animado y me han querido mucho. Llego como visitante y pensando en ganar, pero siempre respetando al Deportivo.
Lleva diciendo toda la semana que no celebrará el gol.
Allí es donde empecé a celebrarlo así y me han visto celebrarlo muchas veces de esa manera. Me trataron muy bien, como si fuese el club de toda mi vida. Si tengo la suerte de marcar, que es mi intención, la celebración del capote la dejaría para otra semana.
¿Le preocupa el recibimiento? Allí fue ídolo.
Espero que sea bueno. Está claro que habrá gente que piense mal, que crea que me fui por temas económicos porque hay gente que pudo venderlo así, pero era un momento en el que yo quería ir a la Premier y que al Depor le interesaba. Fue una cosa de los tres. Luego no fue bueno para mí, pero miré lo mejor para el Deportivo.
Pero, desde luego, aquel Depor no es este Depor.
Los objetivos son diferentes, simplemente. Cuando yo llegué habían ganado la Liga hacía pocos años, habían conquistado la Copa en el Bernabéu. Y jugamos unas semifinales de Copa de Europa. Eran objetivos diferentes, pero el cariño por ese club es el mismo.
Hay mucha gente que tiene ganas de ver al Luque del Depor en el Málaga.
Estoy trabajando mucho para ser el jugador que fui allí, diría que estoy trabajando más que entonces. Pero ahora no es fácil jugar en el Málaga, el equipo está bien. El otro día tuve diez minutos y por suerte llegó el gol. Esperemos que el técnico lo tenga en cuenta...
No sólo el primer gol, también participó en todas las jugadas de ataque de los últimos minutos.
El gol era una espina clavada, ver que pasaban las jornadas y no llegaba el primero me agobiaba un poco. Un delantero vive del gol, pero sabía que tenía que ir con tranquilidad.
Se propuso ocho goles.
Más, quiero al menos dos cifras. La cosa se está complicando, pero hay que ser positivo. En cualquier momento se pueden meter goles, no renuncio a eso y tengo que hacer lo posible por conseguirlo.
¿Es duro para un internacional de su carrera tener que hacer de meritorio en Riazor, ganarse el puesto?
Al principio cuesta, porque hasta que me fui del Depor sólo viví la cara buena del fútbol. Desde que me fui al extranjero he visto que hay que ganarse el puesto y ahora vuelvo otra vez a buscar un sitio en el Málaga. Tengo que trabajarme cada minuto, no me engaño. El fútbol tiene eso. La gente viene pisando fuerte, tiene calidad, sólo quiero tener la oportunidad de recuperar el nivel de siempre.
Eso sí, Tapia siempre premia a quien pide paso.
Del entrenador, aunque no esté participando todo lo que quisiera, sólo puedo hablar bien. Es el técnico ideal para el Málaga. Lo que ha dicho, siempre lo ha hecho desde que estoy aquí. Quiero más minutos y más goles, pero ése es mi trabajo. Los debo merecer.
¿Qué llamada le ha hecho más ilusión de las que ha recibido de gente de A Coruña?
Pues la de allegados con los que crees que has perdido contacto y que te llaman y te dicen que últimamente no están yendo a Riazor y que van a volver el domingo para verme. Me siguen recordando más de lo que yo pensaba.
¿Cómo acabó su etapa con Lendoiro?
Fue quien apostó por mí. Irureta siempre me dijo que era una apuesta personal del presidente. Al final se complicó algo el tema, porque los dos buscábamos lo mejor para cada uno, pero de Lendoiro sólo puedo hablar bien.
¿Se atreve con un resultado para mañana?
Espero que el equipo vuelva a la onda de no recibir goles. Nos haría muchísima falta, porque somos un equipo potente a nivel defensivo. Me quedo con un 0-1 y con gol mío, pero sin capote.