El despertar de algunos fichajes, la esperanza

La llegada del Sevilla Atlético a Segunda División después de muchas temporadas rozándola con la punta de los dedos permitió al club sevillista disfrutar de muchos privilegios. Uno de ellos se reflejó en las incorporaciones. La secretaría técnica nervionense vio las puertas del mercado abiertas y comenzó a traer futbolistas de fuera de Andalucía y, sobre todo, extranjeros. Jugadores como Teemu Pukki, Igor, Pouga o Cabral han dado acento internacional a un equipo al que también han llegado este año los nacionales Coto, Marc Valiente, Ruyales y De la Bella.

Sin embargo, mucho dista en la actualidad el nivel aportado por el conjunto de incorporaciones realizadas en este año y medio respecto el esperado desde el club sevillista. Si la temporada pasada el núcleo del equipo que logró con holgura la permanencia era exactamente el que ascendió desde Segunda B, ahora casi todas las esperanzas de que el filial resurja de sus cenizas y comience la ansiada remontada residen en un hipotético despertar de los jugadores llegados el pasado verano y que de momento poco o nada han aportado al conjunto de Fermín Galeote. El entrenador de La Algaba ha confiado más en los últimos partidos en canteranos llegados desde el Sevilla C o del División de Honor juvenil que en los fichajes proporcionados desde la planta noble del Ramón Sánchez Pizjuán, lo que refleja un cierto descontento en el técnico, que se incrementa ante la decisión de la entidad de no acometer incorporaciones en el mercado invernal.

De los seis fichajes realizados por el Sevilla Atlético, llama poderosamente la atención la poca aportación de dos de ellos: Christian Pouga y Carlos Coto. El catalán ha estado lesionado en varias ocasiones, pero su rendimiento cuando Galeote le ha dado la oportunidad no justifica la apuesta de Víctor Orta. Otra de las esperanzas de la secretaría técnica residían en el ariete camerunés, que incluso se presentó con el primer equipo en agosto frente al Málaga.

Mejor actuación han tenido Marc Valiente, De la Bella, Cabral y Ruyales, al que el técnico sevillista ha dado la titularidad en los compromisos recientes. El caso del central catalán refleja a la perfección el sentir de la dirección deportiva del club, que aún confía en el perfeccionamiento de los que más están rindiendo. Es la esperanza que le queda al filial, abocado a recuperar o descubrir el supuesto potencial de unos refuerzos que aún no han demostrado ser tales.