Camacho, 34 años después

Osasuna mandó hace diez días a Málaga una avanzadilla de élite para reconocer el terreno. Nada menos que Patxi Izco, su presidente, que mientras se ha recuperado del sustillo que le dio el corazón, ha hecho de infiltrado. Izco recibió ayer a sus jugadores en un hotel que conoce tan bien como los mejores secretos del Málaga. Lo ha leído todo, se lo ha empapado todo. Camacho juega con ventaja, sabe cómo respira su rival de hoy. El Málaga tiene menos noticias de Pamplona. Sabe que hace frío y que su rival está seriamente resfriado, pero Osasuna guarda muchos nuevos secretos desde hace unos días. Al fin, ante el Almería, se notó el carácter y la buena mano de Camacho, que debutó como jugador del Real Madrid en La Rosaleda. Fue en 1974, con 18 años. Sin el "imparable" que después le hizo famoso pero con la casta que ha llevado por bandera toda la vida y que cautivó a Juanito. Nunca se ha enfrentado al Málaga en Liga como entrenador. Hoy está delante de su partido 601 sumando sus intervenciones como jugador y como entrenador. Nunca hubo ninguno que no fuese importante, pero para Osasuna éste es un partido vital. Para confirmar su recuperación (con Plasil pero sin Pandiani, goleador ante el Almería y baja en el peor momento), para confundir al rival, para meterse en la pomada.

El Málaga está muy tranquilo porque piensa que no le van a coger en fuera de juego. Antonio Tapia tiene a su armada casi intacta (Salva se rompió ayer un pie y estará tres semanas de baja) y lleva toda la semana aplicando métodos casi castrenses. Le encanta que su equipo se libere y juegue como los ángeles de mediocampo hacia arriba, pero le disgusta tanto gol encajado. Él, un enamorado de los pequeños trabajos en el huerto, sabe que hay que sembrar, ser metódico y obediente con los trabajos defensivos. La utopía del Málaga es mezclar bien esos dos trabajos y en eso está. Le arropa la afición, que se lo está pasando de maravilla. Y le protege Duda, que viene de dar dos asistencias en Mallorca, marcar un golazo al Villarreal, un pase de dibujos en el Santiago Bernabéu y otro zurdazo de vídeo ante el Barcelona. Cómo está Duda. Y cómo lo teme Ricardo, el único futbolista que Camacho confirmó en la alineación. En la otra portería, capitán Iñaki Goitia debutando en casa.

Es una pena que Osasuna y Málaga no puedan demostrar su amistad. Los rojillos le perdonaron un buen dinero a los blanquiazules en medio del proceso concursal. Son detalles que se agradecen, pero no ahora, no en el campo. Los cariños de Fernando Sanz se los llevará Patxi Izco.