Rubén castiga a su viejo escudo con dos goles

La familia del Huesca está cada vez más convencida de que, en El Alcoraz, pocos equipos van a torcerle el morro, como se dice por aquí. Ayer, de nuevo, reflotó la nave con una victoria que le deja con más colchón que la princesa del guisante, y con una tranquilidad y motivación inusitada con vistas al derbi aragonés. En la Unión Deportiva, sin embargo, hay ruido de sables: aunque Marcos Márquez golpeó primero, la derrota deja a Juanma Rodríguez al borde de la destitución.

Lo dijo Calderón: para el Huesca 20 puntos, a estas alturas de la Liga, son 20 puntazos. Y aunque vaya de puntazos, o de puntadas, el partido no fue coser y cantar: la Unión Deportiva llegaba rota por el derbi pero orgullosa de su escudo; desde el calentamiento, anunció que vendería cara su derrota. Y empezó muy bien: el Huesca tenía el balón pero no podía darle sentido, con un Sastre sepultado en la trinchera. Mientras, los grancanarios abrieron el campo y, en la primera oportunidad que tuvieron, el depredador Marcos Márquez la enchufó por debajo de las piernas de Eduardo.

Pero sin tiempo para la zozobra, llegó él, Rubén I de Las Palmas, para hacer el quinto en El Alcoraz, su reino. Todas las dianas las guarda para los suyos. En una maravillosa jugada marca de la casa, Rubén Castro puso la firma nivelando el choque con la calidad que merecía. A partir de ahí, la lluvia pasó al campo en forma de ocasiones locales, desgranadas una vez sí y otra también Aunque Márquez tuvo el gol en sus botas, esta vez Eduardo, inmenso, sacó su remate. El campo ya se había inclinado a favor del Huesca, y Santamaría se preparaba: la tarde le anunciaba trabajo.

Por mucho que se empeñase Rodríguez en decir lo contrario, la segunda parte fue un baño sin ducha, porque paró de llover. Se mascaba el gol. Y terminó viniendo del jugador más motivado Esta vez no le hizo falta nadie: Rubén dibujó un eslalon digno de Paquito Fernández Ochoa y cruzó el esférico lejos de Santamaría. Las Palmas quemó sus cartuchos, pero sólo pudo acercarse con un juego demasiado directo que la defensa local controló con solvencia, salvo un remate picado de Gerardo que no tuvo fuerza ni dirección. Huesca sigue transpirando alegría. Y el sábado, toca Zaragoza.

Rodríguez "No hablo de mi continuidad"

"Si haciendo tres ocasiones claras en la primera parte y tres o cuatro en la segunda un equipo no merece ganar el partido, díganme ustedes quién. Merecimos mucho más de lo que nos hemos llevado; además, si en todos los partidos se juega poco, en este no hemos jugado ni 25 minutos. Del descuento tampoco se jugó nada. Sabíamos que este campo iba a ser muy difícil. La meteorología nos perjudicó. Obvio las preguntas sobre mi continuidad".

Calderón "Tras el 1-1, les dimos un baño"

"El equipo ha reaccionado tras el gol, ya que hasta entonces había empezado algo frío. Después del empate ha jugado un gran encuentro y le hemos dado un baño a Las Palmas. Llevar veinte puntos a estas alturas de la competición era impensable en un equipo como el Huesca al empezar la temporada. El Zaragoza es un equipazo, con grandes jugadores, pero nosotros vamos muy tranquilos al derbi y sabemos que estamos haciendo bien las cosas".

El acta dio el gol a Camacho

El primer tanto del Huesca quedó adjudicado en el acta del colegiado Martínez Franco a Juanjo Camacho. Fue un error del árbitro y de su asistente, que no vieron que el toque previo de Rubén Castro ante Santamaría rebasó la línea de gol. Camacho recogió el rechace y marcó otra vez.