Al equipo de Mendilibar, sin embargo, se le suelen dar mal los equipos de similar potencial. Ofrece su mejor cara ante los grandes y se le atragantan "los iguales" como empezó a evidenciarse ante un Mallorca que no gana en Liga desde el 26 de octubre y que esta tarde pudo marcar a los dos minutos por medio de Webó.

Y es que el Mallorca no venía nada bien, menos aún fuera de casa, aunque paradójicamente Gregorio Manzano, su técnico, jugaba a escasos metros de casa, puesto que su familia vive muy cerca del estadio José Zorrilla.

Los baleares han encajado esta temporada muchos goles (22) y aún les falta la capacidad de definición que la pasada campaña aportaban el "Caño" Ibagaza y Daniel Güiza, a quienes todavía se añora en la isla.

Mendilibar también empezó teniendo hoy motivos para la añoranza pues se le cayó Víctor a última hora. Iba a contar de nuevo con el media punta extremeño como hombre más adelantado, algo que le había dado resultado en los últimos partidos, pero una afección de garganta le dejó fuera de un encuentro poco apto para indisposiciones, ya que el frío resucitó hoy la vieja leyenda del estadio de "la pulmonía".

Frío estaba el ambiente y frío, el partido. Nadie gobernaba el medio campo y la falta de viveza de unos y otros deparó unos primeros veinte minutos para el olvido. Sólo sendos disparos lejanos de Vivar Dorado y de Varela inquietaron a los porteros.

A punto de cumplirse la media hora, Pedro León sacó magistralmente una falta y los apuros de Germán Lux los resolvió García Calvo al aprovechar el rechace del guardameta argentino para marcar el primer gol. Un minuto después, Sergio Asenjo salvó el empate en otro remate de Webó.

Goitom tuvo dos oportunidades consecutivas justo antes de que David Navarro fuera sustituido después de recibir un golpe fortuito en el rostro por parte de un compañero, lo que le provocó una conmoción que le impidió continuar.

A los diez minutos de la segunda parte, Vivar Dorado aprovechó otro espléndido balón puesto por el murciano Pedro León, el mejor del Valladolid, para ampliar la diferencia. Manzano recurrió entonces a José Manuel Jurado para buscar la reacción de su equipo, lastrado por la falta de creación de su medio campo.

El Valladolid se veía superior y tocaba el balón con notable fluidez cuando el sueco Henok Goitom certificó el triunfo local tras una polémica jugada, en la que el juez de línea había levantado previamente su banderín por un posible fuera de juego (min. 65).

El tanto subió al marcador y el Real Valladolid acaba la jornada igualando su mejor comienzo desde los tiempos en que era entrenado por el chileno Vicente Cantatore, ya que desde la temporada 96/97, en que se clasificó para competiciones europeas, no tenía un inicio tan óptimo de campeonato.