Liga BBVA | Málaga
Inmigrantes del fútbol
Después de casi dos años, Eliseu y Dady se podrían reencontrar mañana en un terreno de juego. Pero esta vez, como rivales. Ambos han compartido el camino que llevó a sus familias desde Cabo Verde hasta Europa en busca del sueño del fútbol. Y cada uno ha encontrado el suyo.
La Liga esconde a veces historias que se revelan por el roce de dos equipos. Málaga y Osasuna, que se enfrentan mañana en La Rosaleda, dan cobijo a los protagonistas de ésta. Eliseu y Dady son dos de esos inmigrantes del fútbol que hicieron codo con codo el viaje hacia la élite. "Su historia es como la mía. Nuestros padres emigraron a Portugal en busca de una vida mejor", explica Eliseu, que como el rojillo encuentra sus raíces en Cabo Verde. Desde entonces, casi una vida juntos: "Ambas familias se conocían y nuestra infancia fue muy parecida. Yo crecí en la isla de Terceira y ya allí le vi jugando al fútbol". Pero fue con 16 años cuando los dos fraguaron su amistad. "Me mudé a Lisboa y ahí siempre estábamos juntos. Ahora hablamos más de la vida que del fútbol, pero después de cada partido nos llamamos. Me felicitó tras lo de Huelva", revela Eli.
Su nexo de unión siempre fue el balón. Dady invitó al malaguista al Sevilla-Osasuna de la temporada pasada, pero en esta ocasión una reciente lesión del osasunista complica el reencuentro. "Si no viene, ganar será más fácil porque, si yo soy más rápido, él tiene el gol en la sangre. A ver si hablo con él por teléfono y apostamos algo porque estoy seguro de que ganaremos", bromea el zurdo.
Antes, los caprichos del mercado quisieron que los dos tomaran caminos distintos: "Yo estuve apartado tres meses en Os Belenenses por no renovar y él sí firmó e hizo una gran campaña. Luego yo me vine aquí y él a Osasuna. Ahora me dice que he tenido suerte, que tengo sol y él pasa frío". Si lo permiten las convocatorias, mañana se darán un fuerte abrazo.
Os Belenenses les vio madurar
Donde mejor sintonía encontraron Eliseu y Dady fue en el club lisboeta de Os Belenenses. Allí compartieron el terreno de juego, pero también sus primeros pasos en la vida. En la temporada 2006-07 ambos fueron pilares fundamentales en el Estádio do Restelo. El delantero jugó ese año 29 partidos y metió 12 goles, mientras que Eliseu disputó 17 y marcó 1. A la temporada siguiente, Dady se convirtió en el máximo realizador de Osasuna y Eliseu, en uno de los jugadores fundamentales para el ascenso del Málaga.