El Racing y más de 3.000 de sus fieles ya están en París. Y el entusiasmo se ha disparado. Es cierto que este viaje se ha preparado con la misma antelación que una luna de miel y que para esta misma mañana hay prevista una quedada cántabra en la Torre Effiel. O que incluso Pernía y Muñiz posaron ayer para AS por los Campos Elíseos. Pero que nadie se confunda. Esto no es una excursión. Lo que esta noche se juega en el Parque de los Príncipes se llama final. Y se apellida histórica. Y lo mejor: nadie la da por pérdida. Todo el mundo es consciente que si se gana se puede seguir con vida en la UEFA a falta de lo que dicte el Manchester City en casa dentro de 15 días pero, si sucede lo contrario, el equipo verdiblanco y la masa que lo alienta despertaría de inmediato del sueño europeo que los une. Y aún no se conocen voluntarios a los que le apetezca volver a la rutina...
Muñiz ha entendido el mensaje como nadie y, por eso, pondrá a su once de gala. Sin rotaciones ni probaturas. La ocasión lo merece. Sólo mantenía la duda de Valera o Pinillos en el lateral pero, el hecho de que el murciano no pueda jugar el domingo en Liga contra el Atlético al estar cedido, le da ventaja para ser titular hoy. Eso, y lo que refleja la realidad más actual: está en mejor forma física que el riojano.
El resto no variará. Garay tendrá otra prueba para reencontrarse, Marcano hará de bombero en la izquierda, Lacen volverá a correr por más de uno y Munitis pensará por todos. Carambolas Tchité y Maravillas Pereira estarán atentos a sus asistencias para intentar meter mano a un PSG cuya línea es ascendente. No es el que todos recordamos de hace una década con Valdo, Raí y Ginola, pero algo queda. La esencia, la historia. La camiseta.
Rival lanzado.
Los resultados adversos del pasado en esta competición internacional (3-1 ante el Schalke), y la obligatoria jornada de descanso que le ha privado de puntuar, obligan ahora al PSG a ganar, pues es último. Los de Le Guen vienen de tumbar al líder de Francia, el Lyon. Y eso no es poco. Su juego no mejoró aunque su autoestima se ha disparado. Y desean aumentarla. Por ello, Hoarau se mantendrá como su gran baza, Giuly como el revulsivo de antaño, Rothen como su perla más exquisita y Makele ofreciendo sus tres pulmones de siempre.
El Parque de los Príncipes registrará una gran entrada y la temperatura será gélida en las calles. Ardiente en el césped. Aun así, y aunque haya respeto hacia el rival, que nadie tema. Este Racing ya empató en el Camp Nou y le ganó al líder en Mestalla. En las grandes citas pocas veces falla. Y está no es que sólo sea otra más de ellas. Sino que es la mejor.
