Empate con sabor a victoria

Con las bajas de Godín, Nihat y Llorente afrontaba el Villarreal el partido que le podía dar el pase a los octavos de final de la Liga de Campeones. Con un punto bastaba, pero la tarea no era fácil, el rival, el flamante campeón de Europa con el mejor jugador del mundo sobre el campo, Cristiano Ronaldo.

Los de Ferguson tomaron la iniciativa del partido desde los primeros minutos del encuentro con un Villarreal que se metió muy atrás desde el pitido inicial. Anderson tuvo la primera ocasión clara a los seis minutos del choque dejando claro las intenciones del conjunto inglés. Con el paso de los minutos y a base de lucha el conjunto de Pellegrini se hizo con el control de la pelota y obligó al Manchester al cambio de papeles y a tener que defender.

Rebasado el cuarto de hora de partido apareció Santi Cazorla para probar suerte por primera vez para los locales, pero la intervención de Foster impidió el primero de los españoles. Tras el susto para los británicos ambos conjuntos se dieron un respiro mutuo y el juego se comenzó a concentrar en la medular del terreno de juego.

Fue el equipo local el que decidió acabar con el tedio y lanzarse al ataque. El balón se trasladó al área británica y el Villarreal lo intentó por activa y por pasiva, pero la ordenada defensa del United se convirtió en un auténtico muro para los amarillos.

Cristiano y Diego López se lucen

Los minutos finales de la primera mitad se esfumaban en un carrusel de pases imprecisos por parte de locales y visitantes que parecían haberlo dejado todo pendiente para la segunda mitad. Pero cuando todos pensaban en reponer fuerzas en los vestuarios apareció CR7. La estrella portuguesa obligó a Diego López a lucirse con un disparo desde fuera del área que acabó estrellándose en el larguero. Aún hubo tiempo para que OShea tuviese la última antes del pitido que indicaba el descanso.

Aunque quizá la peor noticia para el Villarreal era el gesto de dolor con el que Senna se retiraba del campo y que ponía en duda su continuidad en el encuentro tras una entrada de Fletcher. Y así se confirmo en el comienzo del segundo acto cuando Bruno saltó al campo en sustitución del hispano-brasileño.

Las estrellas tienen que demostrar que lo son en los momentos en los que sus equipos lo necesitan, y esto fue lo que hizo Cristiano Ronaldo en el Madrigal. Se echó el equipo a la espalda y tiró de sus compañeros a base de ganas, velocidad y calidad. En los primeros minutos de la segunda mitad probó de nuevo a Diego López. El portero español desesperaba poco a poco al jugador luso. Mientras tanto, el Villarreal luchaba por volver a equilibrar el partido como hizo en la primera mitad.

Fue Rossi el que emuló a Cristiano y se puso el mono de trabajo protagonizando dos llegadas al área de Foster con cierto peligro que sirvió para calmar los ánimos atacantes del Manchester. Pero si alguien destacó durante el partido en el conjunto castellonense fue Diego López. Su seguridad bajo los palos otorga la confianza necesaria a un equipo para afrontar cualquier desafio. Lo paró todo, a Rooney, a Cristiano, a OShea, a Fletcher, a Anderson... Y cuando no pudo apareció la cabeza de Capdevila para sacar un balón in extremis que ya se colaba tras un centro de Rooney que se envenenó tras tocar en un defensa local.

A falta de diez minutos para el final Rossetti mostró la roja directa al propio Capdevila por una entrada a Cristiano que no fue para tanto. Se acercaba el final del partido y las noticias que llegaban desde Dinamarca eran buenas. La victoria del Aalborg y sobre el Celtic daba el pase a octavos a españoles e ingleses.