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Liga BBVA | Duodécima jornada

Multifútbol

Víctor enmarañó al Barça y la victoria del Madrid, tan rácana y tan primada, valía mucho más cuando la jornada terminó. Se descuelga el Villarreal tras pegarse un batacazo ante el Valladolid, y también Valencia y Sevilla al empatar en un Pizjuán sin goles ni juego. Y un clásico: al Atlético le empataron en el descuento.

El personaje: Víctor Muñoz.

El Rife dispara a los males de Osasuna

Se adelantó el Almería y Camacho bajó los brazos, pura desesperación. Habían transcurrido sólo cinco minutos, pero para entonces Osasuna repetía ya una y otra vez el pecado que le condena: no meterle un gol ni al arco iris. El último antes de esta jornada había llegado en Copa y lo marcó Pandiani, ese Rifle uruguayo que ayer volvía a percutir. Será cosa de apodos, o de vidas, pero sin Pandiani no hay quien dispare a los males en Osasuna. Se demostró al poco, cuando se marchó lesionado y Portillo, su sustituto, se hartó de fallar ante Diego Alves. Tanto, que el 2-1 lo tuvo que marcar Pellerano, un rival. Es de cajón, por otro lado: si no hay Rifle, no hay pólvora.

El partido soñado acabó en 0-0

El fútbol nació como materia para románticos, pero ahora triunfan alemanes y matemáticos. De vez en cuando, de Maradona a Pelé pasando por un sinfín de imitadores, se nos cuela el amor para celebrar la alegría de un regate, un gran gol o una Eurocopa. Nervión, acostumbrada a un juego eléctrico, de luxe, se despereza aún tras el tostón del sábado, cuando los apretados corsés tácticos de Valencia y Sevilla asfixiaron la magia de Navas, Joaquín, Luis Fabiano y Villa. Ahí se cumplió el sueño de todo entrenador: ese partido perfecto, casi sin fallos, que se suele ganar por una grieta en el sistema. Lo malo, esta vez, es que Jiménez y Emery habían soñado lo mismo.

El Atlético tiene alma de James Dean

Llega el último segundo, el marcador sigue ajustado y el balón vuela por el área del Atlético... El guión ha dado para muchas películas. No nos puede extrañar que, empezando por el presidente Cerezo, haya tanto rojiblanco dedicado a las labores del celuloide: lo llevan en los genes, en una historia de ganadores que no se olvidan el pañuelo, porque están seguros de que siempre habrá que llorar un poco más. De Pupas, nada. El Atlético siempre fue un victorioso con afanes de derrota. Como James Dean, ese perdedor que en realidad se hartó de ganar, dinero y favores femeninos. Dean pudo ser un gran colchonero porque ambos, actor y equipo, nacieron destinados a rodar grandes relatos con un final más agrio que dulce.

El personaje: Víctor Muñoz

Aclimatado al fútbol aseado de Quique, a la fogosidad con Schuster y a la brillantez con Laudrup, la grisácea propuesta de Víctor Muñoz ha sentado mal en el Coliseum, que pide la cabeza del zaragozano más por el mal juego que por unos resultados irregulares pero no desastrosos. Esa misma racanería que le imputan fue la que consiguió arrancar un punto en el lugar más insospechado estos días, el Camp Nou. Tuvo que ser Víctor el que cortara la racha victoriosa de un Barça que, pensábamos, se iba acercando a la inmortalidad. Tuvo que ser él, que tantos kilómetros recorrió sobre el césped culé, pulmón incansable en aquel once vaguete de Schuster, Marcos y Carrasco. Trabajo y táctica fueron las coordenadas de Víctor cuando corría entre artistas. Táctica y sudor son ahora las virtudes que le dan resultado en banquillos como el del Camp Nou. Decía Borges que "lo que decimos no siempre se parece a nosotros" y no se refería al técnico azulón, claro. El fútbol que propone Víctor es idéntico a su gesto enrabietado, a la cara de esfuerzo que mostraba como futbolista... En un Barça bastante parecido al de ahora.

Dani: Venganza y Justicia

De una parada se puede montar una novela, o dos. Dani Aranzubía detuvo un penalti que no había sido, lo que le trajo al Depor Justicia. Y se lo paró a un equipo que le había despreciado, el Athletic. Eso significó Venganza.

Ramis marcó un gol huérfano

Esa mirada perdida de Ramis aborreciendo de su propia obra, ese caos con que el Málaga lo celebra, ¿ha sido gol...? De todos los tantos posibles, el más triste es el que se marca en propia puerta. Un gol huérfano.

Un Tourmalet cuesta abajo

Para el Valladolid, el Tourmalet ha pasado cuesta abajo. Se llevó seis del Camp Nou (poca noticia, en esta Liga) pero luego ganó, y bien, a Sevilla, Real Madrid y Villarreal. Mendilibar no quiere equipos pequeños, preferiría seguir matando gigantes.

Monzón, dos partidos y dos golazos con el Betis. El de ayer entró por uno de esos lugares imposibles, ni el portero perfecto habría sido capaz de pararlo. Maradona, que pide laterales ofensivos para Argentina, estará ya seguro llamando a Heliópolis.

Pereira amagó tres veces, Kameni se fue al suelo y el no-gol de Pelé, aquella jugada en la que burla al portero y luego la manda fuera, nos pasó a muchos por la mente. Jonathan sí la metió, para vengar a O Rei en nuestros corazones.