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Ewerthon

"¿Críticas? Son normales, no somos de Segunda"

Ewerthon vuelve a sonreír en el Real Zaragoza. Los dos goles al Éibar confirman su buen momento de juego y su valía para este equipo. Prefiere olvidar el mal trato que sintió durante el verano y disfruta por haberse quedado en un equipo que, según él, ya ha "encontrado el camino".

J. P. Montaner

Dos goles ayer, ya es el pichichi de Segunda.

La verdad es que esperaba que todo saliese bien. Estoy muy motivado y preparado para completar una buena temporada. Disfruto de cada partido sin presión porque estoy convencido de mi trabajo. Soy muy feliz por marcar goles, pero mucho más por contribuir al juego del equipo. Cada día doy el máximo para ayudar a ganar al Real Zaragoza.

Se le ve mucho más metido en el juego del equipo.

Estoy muy contento porque esta temporada estoy haciendo cosas que antes no pensaba. Tenía otra mentalidad. Ahora ayudo en la presión y voy al centro del campo a echar una mano. Me he adaptado a una forma de jugar diferente a la de antes.

¿Qué parte de culpa tiene Marcelino en su cambio de filosofía sobre el campo?

Mucha. Es un técnico muy exigente y quiere que los delanteros presionemos en la salida del balón. Marcelino está marcando mi forma de jugar y me viene muy bien su presencia en el equipo. Ahora soy un futbolista más maduro que antes.

La conexión brasileña está tirando del Zaragoza. Ya llevan quince goles.

Parece que sí funciona, pero lo primero es el bien del equipo. Necesitamos ganar, independientemente del autor de los goles. Eso sí, estoy seguro de que Ricardo Oliveira y yo podemos marcar muchos goles esta temporada.

¿Cómo es su relación con su compañero de ataque?

Nos une una amistad muy grande, nos conocemos hace muchos años. Nos entendemos muy bien y ninguno es egoísta. Somos un equipo en toda regla y no sólo hay que destacarnos a nosotros.

¿Entiende las críticas que ha recibido el equipo?

Sí. Son algo normal en el fútbol. Hay dos maneras de entenderlas y yo las interpreto como algo positivo. A mí no me fastidian y eso que sé que cuando el balón no entre...

O sea, las considera justas.

Son normales porque el Real Zaragoza no es un equipo de Segunda División. Es de Primera y la gente es muy exigente. La afición quiere que en enero hayamos ascendido, pero es algo imposible. Entiendo perfectamente la impaciencia de todo el mundo porque aún duele el descenso.

¿Y eso le lleva a sentir una mayor responsabilidad a la hora de marcar los goles?

Sé que soy importante y me siento importante. Estoy convencido de mi fútbol y sé que las cosas me van a salir bien. Además, si no marco y el equipo gana me voy a casa muy feliz.

¿Cómo ve al Zaragoza?

Llevamos tres partidos en una clara línea ascendente. La defensa está muy bien y el centro del campo va hacia adelante. También tenemos gol y parece que hemos encontrado el camino.

¿Por qué está costando tanto el acoplamiento?

Hemos comenzado un nuevo proyecto y es difícil cambiarlo todo en poco tiempo. Al principio todo era nuevo, pero ya vamos mejorando. Creo que hemos entrado en la dinámica que pide el entrenador.

En verano tenía un pie fuera del Zaragoza y ahora es un jugador clave. ¿Cómo valora ese cambio?

La verdad es que no sé qué pasó. En verano había equipos que estaban interesados en mí, pero decidí quedarme para demostrarle al entrenador que los supuestos informes que tenía de mí no eran ciertos. No me importa quién pasó ese informe sino que soy útil para el Zaragoza. Quería quedarme porque un año antes me fui con una espina clavada. El técnico ha visto que soy una persona distinta a la que esperaba.

¿Esos supuestos informes negativos le han motivado?

No. Yo sé cómo soy, tanto en el trabajo como con mi familia o amigos. Yo duermo muy tranquilo todas las noches porque siempre soy la misma persona. Además, la gente por la calle me pedía que me quedase.

¿Qué le dijo Marcelino?

Cuando llegué en verano me enteré por la prensa que no contaban conmigo. Me limité a entrenar y a trabajar. Marcelino fue muy claro conmigo. Me preguntó a la cara si estaba dispuesto a trabajar para el equipo cuando todo estaba en mi contra. Lo tomé como un desafío personal y ahora está todo a favor. Agradezco al entrenador que me diese la oportunidad y sólo pienso en disfrutar con el ascenso del Zaragoza.

Ahora toca buscar la victoria ante el Tenerife.

Va a ser un partido muy difícil, pero si jugamos como en Tarragona vamos a ganar. Respeto mucho al adversario y cada partido es una historia, pero ganar el domingo nos dará mucha más confianza. Necesitamos sumar esos tres puntos fuera de casa.