El Betis mantiene su progresión a costa de un Sporting muy individualista

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El Betis mantiene su progresión a costa de un Sporting muy individualista

El público empujó lo suyo pero esta tarde en los rojiblancos no estuvieron a la altura de otras citas como la del Valencia la pasada jornada y el partido se tornó en un quiero pero no puedo para los gijoneses que pusieron voluntad pero no acierto mientras que el Betis mostró la gran calidad de la mayor parte de su plantilla y sigue escalando posiciones en la clasificación.

Dos zarpazos del Betis en los primeros minutos de la segunda parte dieron la victoria al conjunto andaluz sobre un Sporting que a pesar de haberse adelantado en el marcador jugó muy por debajo del nivel ofrecido en las últimas jornadas y se perdió en acciones individuales y muchas veces absurdas. La sorpresa del inicio del encuentro fue la desaparición de la alineación Míchel en el equipo local, ya que no pudo jugar por problemas en la espalda.

Los primeros minutos fueron de dominio bético aunque sin que eso supusiese peligro para la meta de Cuéllar que se limitaba a coger centros bombeados hasta que, en el minuto 10 y en una de las primeras llegadas del Sporting, Diego Castro es parado en falta que lanza el mismo para que Bilic entre al remate de cabeza que sale ligeramente desviado. Animados por esta jugada los locales se hacen con el dominio en el centro del campo y se suceden varios minutos de toma y daca en esa demarcación con llegadas a ambas porterías y mayor peligro que hasta ese momento.

Fruto de la presión rojiblanca se produjo un robo de balón que llega a Barral quien se interna y desde lejos lanza un chut sin aparente peligro pero Casto no bloca el balón que se queda a los pies de un desmarcado Diego Castro que sólo tiene que empujarlo a la red ante la desesperación del guardameta verdiblanco y la alegría desbordante de la afición.

Tras el gol, el Betis se lanzó al ataque y Cuéllar tuvo que salvar a su equipo en una arriesgada salida a los pies de Sergio García, quien posteriormente dispararía al lateral de la red en un mal entendimiento de la defensa sportinguista. A pesar de ir por delante en el marcador los gijoneses se mostraban mucho más nerviosos que sus rivales y eso provocó varias pérdidas de balón que ocasionaron situaciones de peligro para la meta local.

El Betis le da la vuelta al partido

Pasado el achuchón visitante las dos siguientes ocasiones fueron clarísimas para el Sporting en sendas acciones de Bilic y Diego Castro que pecaron de individualismo lo que facilitó la defensa del Betis y que evitó el marcador se hubiese movido de nuevo antes del descanso.

Emaná dio un gran susto nada más comenzar la segunda parte en una internada personal en la que se plantó sólo ante Cuéllar que de nuevo salvó a su equipo en medio de las protestas béticas que pidieron penalti que Rodríguez Santiago, situado a pocos metros, no concedió.

El Betis salió dispuesto a lograr el empate lo antes posible y puso cerco a la meta rojiblanca y lo logró en el minuto 51 aunque no de jugada sino en un impresionante disparo de Monzón en una falta directa desde más de 35 metros que tras tocar un poste acabó en la red.

El juego ofensivo del Sporting se volvió incluso más individualista que hasta ese momento y primero Barral y luego Diego Castro pensaron más en si mismos que en el equipo y desperdiciaron claros contraataques. Emaná no cometió el mismo error que en el minuto 58 y aprovechó de un mal entendimiento del centro de la zaga local para lanzar un zapatazo que batió a Cuéllar dando la vuelta al marcador en menos de 10 minutos.

Con el Betis tocando y el Sporting tratando de salir al contraataque el público clamó por un posible penalti sobre una galopada de Luis Morán que el árbitro tampoco señaló, lo que sirvió para que el público la tomase con él el resto del partido. Rodríguez Santiago pitó como cesión un corte de Capi lo que provocó una falta al borde del área pequeña de la que el Sporting nosacó provecho y luego tuvo mala suerte en una internada de Bilic que, medio cayendo, disparó al poste.

El público empujó lo suyo pero esta tarde en los rojiblancos no estuvieron a la altura de otras citas como la del Valencia la pasada jornada y el partido se tornó en un quiero pero no puedo para los gijoneses que pusieron voluntad pero no acierto mientras que el Betis mostró la gran calidad de la mayor parte de su plantilla y sigue escalando posiciones en la clasificación.