Liga BBVA | Real Madrid 1 - Recreativo 0
Schuster se da un respiro
Un gol de Sneijder, que se benefició de un rebote afortunado, dio la victoria a un triste y gris Real Madrid, que perdió por lesión al propio Sneijder, con una sobrecarga, y a Higuaín, que sufrió un fuerte esguince de tobillo y abandonó el campo en camilla. El juego del Madrid volvió a ser decepcionante.
Bernd Schuster se presentó en el Santiago Bernabéu para someterse a un examen, para que los socios, que no son otra cosa que los dueños del club, revisaran su trabajo. El entrenador alemán superó el examen, si por eso se entiende que el Real Madrid ganó al Recreativo, pero si lo que se analizaba era el juego, la calificación volvió a ser baja y las dudas sobre este equipo no desaparecieron. Y tardarán en desaparecer, si lo hacen alguna vez. El sueño de lograr la excelencia ya se abandonó hace tiempo, por imposible. Ahora la realidad es más dura y no va más allá de sumar los tres puntos. La misma aspiración que tiene cualquier equipo del mundo. Esa es la triste realidad del Madrid, un conjunto con aspiraciones de grandeza, que vive instalado en la duda. Cada encuentro es un sobresalto continuo, una catarata de decepciones.
Se impuso al Recreativo con un gol afortunado de Sneijder, cuyo disparo rozó en un rival y despistó a Riesgo, y nada más tuvo que ofrecer el Madrid a su afición. Pudo ser peor si el árbitro Muñiz Fernández hubiera señalado penalti en una mano de Pepe o si el Recre se hubiera dejado la inocencia en Huelva y se hubiera atrevido a atacar más a un equipo inseguro, que acabó nervioso y encerrado en su campo, achicando balones como podía. Un ligero acoso del rival fue suficiente para desestabilizar las débiles estructuras de un conjunto muy inseguro, que no tiene continuidad en el juego y se descompone ante cualquier contratiempo. El 1-0 quizá sea suficiente para relajar algo el ambiente antes de los compromisos del próximo martes en Liga de Campeones frente al BATE y del sábado en Liga contra el Getafe, pero para nada más.
Sigue fiel Schuster a su 4-3-3, en el que de salida tienen sitio de forma inexplicable hombres como los alocados Drenthe y Marcelo o Miguel Torres, que pasó de ver casi toda la temporada sentado en la grada a ser titular contra el Recreativo. De proscrito para Schuster a defender el lateral derecho. Si antes no le valía, ¿ahora sí le sirve? Y es que la lesión de Cannavaro, la sanción de Heinze y la intranquilidad que crea Metzelder cuando está en el campo invitaron a Schuster a recapacitar y el alemán alineó por primera vez en toda la temporada a Sergio Ramos como central, acompañado por Pepe. Está pareja puede que fuera lo mejor del Madrid, lo más decente.
Los problemas defensivos no fueron responsabilidad de los centrales, sino del desequilibrio en el que vive este equipo, que tiene un centro del campo de lujo, formado por Gago, Guti y Sneijder, un tridente con talento, pero que siempre está en inferioridad, sea cual sea el rival. Esta vez eran Drenthe e Higuaín los encargados de cubrir las bandas para cerrar espacios. A Schuster quizá le quede un dibujo perfecto en la pizarra, pero sobre el césped no es más que un desastre.
En ataque quedó Raúl, con toda su capacidad de sacrificio, su buena voluntad, su entrega y todo lo que se quiera, pero que no asustó nunca al Recreativo. Un delantero centro del Real Madrid tiene que ser mucho más y desde que se lesionó Van Nistelrooy no hay nadie en la plantilla capaz de sustituir con garantías al holandés. En el club lo sabían, jugaron a la ruleta rusa en pretemporada y ahora sólo les falta decidir en qué parte del cuerpo se pegan el tiro, porque el destrozo es enorme. Y puede ser peor, porque Higuaín, lo más parecido a un delantero goleador que tiene el Madrid, abandonó el campo en camilla. Si la lesión es grave, el panorama que se le presenta al Madrid es desolador.
El Recre salió de los vestuarios con la intención de asustar al Madrid y lo consiguió hasta terminar por perdonar la vida al Madrid. Camuñas, solo en el punto de penalti, fue incapaz de disparar entre los tres palos y malgastó de mala manera la mejor ocasión de su equipo en toda la noche, después de una gran jugada de Sisi y Javi Guerrero. Habían pasado sólo diez minutos y el Bernabéu ya empezaba a resoplar.
A este error respondió el Madrid con otro mayor. Pase genial de Sneijder a Higuaín, que regateó a Riesgo y cuando sólo tenía que marcar remató de forma tan débil que dio tiempo a que Morris evitara el gol. En la continuación de la misma jugada Sneijder marcó, pero el tanto fue anulado porque el asistente entendió que balón había salido antes de que centrara Higuaín. La acción era legal.
Como fue legal el golazo de Sneijder, aunque con un rebote afortunado. Tuvo que llegar de rebote una de las dos únicas alegrías que se dio el madridismo, que se sobresaltó con la lesión de Higuaín, que tenía mala pinta. La otra satisfacción para la afición llegó con el debut en Liga, casi al final, de Alberto Bueno. Con tantas bajas y el pésimo estado de forma de algunos futbolistas, si Schuster no da ahora una oportunidad a la cantera, no lo hará nunca.