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Liga BBVA | Almería 2 - Mallorca 1

Negredo sí tiene la Furia

Dos tantos dedicados a Del Bosque. Gol inocuo de Keita

Actualizado a
<b>IMPARABLE. </b>Negredo celebra su primer gol al Mallorca ante Nunes, Turienzo y Suárez.
IMPARABLE. Negredo celebra su primer gol al Mallorca ante Nunes, Turienzo y Suárez.carlos barba

Negredo, aunque públicamente dijese lo contrario, andaba picado con Del Bosque por pasar de él una vez más. El seleccionador tira de Fernando Llorente en un lugar que El Animal considera suyo. El espigado navarro tiene talento, de eso no hay duda, pero Negredo encarna el espíritu de la Furia como pocos futbolistas. Y furioso, con una rabia vestida de reivindicación, celebró su primer gol, una maravilla de vaselina desde fuera del área a la media vuelta. Su prodigiosa fuerza y calidad fue el argumento que necesitó Arconada para desmontar el chiringuito a Manzano, reservón como pocas veces ante un equipo que deja jugar.

Tenía la ocasión el jiennense de convertirse en el técnico del Mallorca con más victorias en Primera. Viendo su planteamiento, parece que reserva la fiesta para el Ono Estadi. Porque su equipo casi no chutó en todo el partido. Tuvo una doble ocasión en un córner botado con maestría por Arango. Pero la cabeza de Nunes y la bota de Aduriz se encontraron con un ágil Diego Alves. En la jugada siguiente, Negredo asestó un golpe que hipotecó la segunda mitad balear e inició el monólogo local.

Fue un premio excesivo en cierto modo, porque el partido fue pura anestesia durante media hora. Empezó alegre sí, eléctrico casi. Dos ocasiones de entrada para el Almería en las que Piatti lloró por no ser un poco más alto y un misil de Aduriz que se fue al olvido prometían espectáculo. Pero las idas y venidas se diluyeron y convirtieron el Mediterráneo en una fábrica de bostezos hasta la aparición estelar de Negredo en el instante psicológico por excelencia.

Manzano se pasó casi todo el partido de pie y con la mano en la barbilla. Su ceño fruncido delataba su insatisfacción por un lado y su falta de claridad para encontrar soluciones por otro. Movió los alfiles y tiró de Castro, caballo de emergencia. Pero su revulsivo, en lugar de dar algo de sangre al Mallorca, hizo una absurda mano en el área. Turienzo vio penalti. No se vio, en cambio, a ningún jugador del Almería capaz de decirle a Negredo que dejase chutar a otro. Hambre animal. Lux sintió la impotencia de ver cómo el balón recorría el camino hacia la red por debajo de su axila. Estuvo cerca.

2-0 y viento a favor. Con esos ingredientes el Almería se quita el corsé. Ayer volvió a hacerlo, monopolizó el esférico mientras pudo y rondó el tercero. Manzano tiró de Keita y Webó, que, por lo visto, bien podrían tener más relevancia en el cuadro balear.

Con todo el pescado vendido y cuando Almería celebraba el triunfo que estaba por venir, Keita se inventó la jugada de la noche. Cazó un balón en el área y reclamó la nacionalidad brasileña con una cola de vaca propia de Romario que destrozó a Carlos García y maquilló el resultado.