Si a usted le dicen que un campeón olímpico como Garay, al que fichó el Madrid y dejó a préstamo en Santander, no juega en el Racing; igual no se lo cree. Pero el fútbol no respeta los galones. Sólo evalúa el presente. Muñiz, tras alinearle en la Copa al superar su última lesión, lo ha dejado fuera de la lista ante el Betis por dos motivos: el primero es porque no lo ve a tope. Como si ya fuera un madridista más... El técnico considera que su fichaje por los blancos, su rodilla y los Juegos le tienen despistado. Tanto que medita darle vacaciones para que reflexione y luego haga una minipretemporada. "Es tan bueno que sin forzar sigue al nivel, pero si ahora lo viera el Madrid, igual se lo pensaba", se oye por La Albericia.

El segundo motivo de su ausencia se debe a que la dupla Navas-Marcano está que se sale. El madrileño, al que Pernía quiso vender, es regular como pocos. Al otro, fruto de la cantera, no lo olviden. Querían cederlo a la Ponferradina y ahora los grandes se pegan por él. Como algún seleccionador. Central, zurdo, gran juego aéreo y con experiencia en el lateral. Casi ná. O se entonan los de Schuster y el solidario de Garay se contagia, o no jugará.