Granero pidió perdón y cerró la herida del cambio

La trayectoria de Esteban Granero es corta, pero nunca había tenido ningún episodio conflictivo. Por eso el centrocampista salió rápidamente al paso para cerrar la polémica surgida por los gestos que realizó el domingo al ser sustituido por Víctor: "Lo primero es aclarar que se malinterpretó mi enfado. Era conmigo mismo, aunque reconozco que el gesto no fue bueno y sobró. Por eso pido disculpas a quien se haya podido sentir ofendido y al club si he hecho daño a la imagen. No me gusta salir del campo y menos cuando vas perdiendo, pero el cabreo era conmigo porque debí aportar más al equipo".

Víctor y Granero dialogaron ayer en el entrenamiento y es obvio que no hay ningún problema entre ellos: "Siempre hay diálogo con el entrenador y el entendimiento es muy bueno con él. Respecto a mi posición yo siempre he jugado en el centro, pero el año pasado ya lo hice en la banda donde quizá parta con más espacios. El técnico sabe mejor que nadie dónde debemos jugar cada uno. Lo bueno es que me siento importante en este equipo".

Al ataque en Pamplona.

Granero ya quiere pensar sólo en la Copa: "Para nosotros el de mañana es el partido más importante. Es como una final porque perder en Copa no tiene remedio. Queremos seguir adelante y llegar lejos como el año pasado. El secreto de este equipo ha estado en las ganas de ser competitivos cada día. Pero será difícil en el Reyno. Osasuna no va a renunciar a la Copa porque su situación en la Liga sea mala. Querrán dar una alegría a su afición. Saldremos al ataque para crear más ocasiones que en la ida. Marcar un gol nos daría ventaja".