Copa del Rey | Sevilla
"Si no ganas y hay crisis es una buena señal"
El delantero malí no entiende de excusas ni justificaciones. La única medicina a la que acude es la victoria. Su discurso es de futbolista ambicioso. Asume con sinceridad el descenso de rendimiento del equipo, pero anuncia su confianza en la inminente reacción del grupo.
Kanouté es una estrella. Este tipo parece siempre alejado de todo lo que mueve el fútbol. Su relación con este deporte es la que tiene sólo los días de partido. Y esa relación es ambiciosa, valiente y triunfadora. Sólo entiende de ganar, ganar y ganar. Por eso, asume con normalidad la presión, los nervios y la desconfianza que crean los malos resultados. No se esconde tras las excusas mediocres. Ayer dio otra lección de jugador grande: "El tema es que si el Sevilla no gana es una crisis, pero eso es una buena señal. Esa exigencia sólo la tienen los equipos grandes, que deben asumir la presión". Al estilo Del Nido.
El malí, que asegura encontrarse en condiciones para afrontar el partido copero de mañana, manejó con la frialdad de los cracks la delicada situación que atraviesa el equipo: "Es un poco de todo. Se lesionaron muchos jugadores y necesitamos tiempo para readaptarnos. El domingo pasado no jugamos bien, pero ganamos y eso nos hará recuperar la confianza. Esperamos volver a jugar mejor".
La oportunidad para demostrarlo es mañana, ante la Ponferradina: "Dimos un primer mal paso contra ellos, pero tenemos otra oportunidad. En los últimos años hemos ganado casi todas las competiciones y por eso levantamos tantas expectativas. La gente quiere que lo hagamos otra vez. Lo del jueves es una final. No podemos cometer otro error". Tras despachar un mensaje tan ambicioso, se marchó del Sánchez Pizjuán con sigilo. Es Kanouté, la estrella ambiciosa del proyecto.
"Los pitos de la gente son por falta de confianza"
La afición no ocultó su malestar por el mal juego y las dificultades que tuvo el Sevilla para superar al Recreativo. Los sevillistas recriminaron con pitos la actuación. Kanouté acepta esa reacción y le busca sentido: "Es normal, ocurre por falta de confianza. Este equipo está obligado a ganar y, si no ganas, la gente se impacienta. Aunque ahora todos estamos pidiendo el apoyo para el encuentro del jueves. En el vestuario estamos unidos y listos para pasar la eliminatoria". El malí ayudó a cortar la hemorragia, aunque se quitó importancia: "No soy ningún salvador".