Copa del Rey | Mallorca-Málaga
Luque en tierra prometida
En él confía el Málaga para sorprender al copero Mallorca
Si cree en el simbolismo, Albert Luque debe tenerle mucha fe a este partido. Mallorca (también Coruña) vio sus mejores días y si todavía no ha tenido ningún gran momento desde que regresó a Málaga, debe ser porque está esperando alguna cita especial como ésta. Porque Tapia ha decidido darle a él la bandera del equipo esta noche en Palma. Está convencido de superar la eliminatoria de dieciseisavos con los mismos que la empezó. Es un acto de autoafirmación, de su confianza en el plan B. Manzano no fue tan brusco en la ida. Mantuvo, por circunstancias, a algunos titulares. Y puestos en faena, ahora no se puede echar atrás. Y al psicólogo de Bailén le gusta la Copa.
El Mallorca sale favorito, porque empató con goles y además está alerta por los tres goles que le hizo el Athletic. Está indescifrable el Mallorca, que rebosa talento en jugadores como Trejo o Arango pero luego crea dudas atrás, y por eso recela de Luque. Pero tampoco se divisa a un Málaga reconocible. Ha encajado ocho goles en sus últimos dos partidos y lo que se tenía como un equipo fiable y bien parado, se ha convertido en un grupo rápido, con talento y ganas de atacar, pero con fracturas evidentes atrás. Hay que empezar a solucionarlo desde la actitud y el estilo, y aunque Tapia no vaya a enseñar el equipo que jugará en Liga contra el Villarreal, quiere que el equipo se reencuentre pronto y no vaya por los campos entregando oportunidades y mostrando una cara frágil. Lo odia.
Del partido, por más que la Copa esté fría todavía, se espera pasión. Así son las vueltas. Y los dos van a ponerlo todo. El Mallorca, porque le tiene un cariño especial a la competición, en la que un año ganó y otros, aunque no le llegara para tanto, regaló grandes noches. Quién no recuerda la de Güiza el año pasado ante Osasuna. Y para el Málaga, es borrar una leyenda negra. No ha pasado de octavos con su denominación Málaga CF, vaya papelón. Parece que en el Málaga la película va de leyendas negras. La del Bernabéu, donde no ha ganado nunca, no se la ha quitado de encima. Hoy tiene la oportunidad de devolver tanto cariño como le está dando la afición, que le hizo el pasillo a su bajada del AVE. Huele bien este Málaga, pero las faenas hay que terminarlas. Hoy juega Luque con las hadas de toda la vida. Que no le fallen.
"Si le fallo al Málaga me fallo a mí mismo; quiero ayudar con goles"
Está como en deuda Albert Luque con el Málaga. Todavía no se ha estrenado, pero no pierde la fe: "Justo cuando estaba al cien por cien vino el problema en el abductor. Y luego el equipo consiguió cuatro victorias consecutivas y había que dar continuidad". Sabe que necesita reivindicarse en la Copa: "He hablado con Tapia y me ha dicho que me necesita y que ahora, por veteranía, debo ayudar aunque esté jugando menos. Yo estoy dispuesto, y además estoy con ganas porque si le fallo al Málaga me fallo a mí mismo. Y la manera que yo tengo de ayudar es hacer goles. Ojalá sea esta noche".