El Valladolid resuelve el trámite con un empate

El Real Valladolid pasó a los octavos de final de la Copa del Rey tras empatar hoy en Zorrilla con el Hércules (2-2) en un partido "disfrazado" de trámite, ya que los de Mendilibar superaron al equipo alicantino 7-3 en el global de la eliminatoria.

El fútbol sobrevive con dificultad a la falta de emoción, eso quedó bien patente hoy en un estadio José Zorrilla cuyas gradas parecían estar esperando ya el encuentro de liga del próximo sábado ante el Real Madrid. Y es que el partido de esta noche no tenía incertidumbre alguna, ni más argumento que el que se había escrito hace quince días en el estadio Rico Pérez, donde los vallisoletanos ganaron 1-5 en una noche de insólita inspiración goleadora.

Lo de hoy sirvió para comprobar que unos y otros daban por zanjada la historia ante un estadio casi vacío, aunque fue el Real Valladolid el equipo que comenzó dominando pese a la falta de estímulo competitivo. El Hércules, pleno de futbolistas que apenas gozan de oportunidades en liga o que salían de lesiones, no dio pie a que se atisbase "el milagro". Futbolistas sin ritmo de partido o los jugadores del filial Raúl y Vicente Pagán apenas inquietaron al Valladolid durante toda la primera parte.

Al equipo entrenado por Juan Carlos Mandiá no se le pasaba por la cabeza la posibilidad de remontar el 1-5 y eso se notó desde el primer minuto. Así, un disparo del argentino Marcos Aguirre pudo ser el primer gol del Valladolid si no hubiera mediado la intervención de Unai Alba.

Sin defensas en tensión, hubo espacios para atacar pero fue muy escaso el bagaje ofensivo de una primera mitad para olvidar. Con un inusual 4-1-4-1, Mendilibar llenó el once de "jugones", con medias puntas de notable calidad, pero aun así el espectáculo brilló por su ausencia.

En las primeros minutos de la reanudación, el Real Valladolid salió fugazmente codicioso y un penalti transformado por Víctor Manuel Fernández (min. 50) le dio ventaja en el marcador. Ambos equipos parecían dar por bueno este resultado y el partido volvió a pararse en seco, sin más apuntes de mención que el debut de Jesús Rueda, operado del bazo hace mes y medio y en pleno proceso de retorno a la competición.

A once minutos del final, el holandés Haris Medunjanin marcó un extraordinario gol en toque magistral desde fuera del área ante el que nada pudo hacer Unai, ya que el balón se envenenó camino de la portería. Fue el gran momento de una noche monótona (2-0). Parecía que todo iba a quedar así, pero Gerardo y Sendoa empataron en sólo dos minutos de "arreón" por parte del equipo alicantino que al menos tuvo orgullo para evitar la derrota.