La playa frenó al Hércules

Liga Adelante | Hércules 0 - Xerez 0

La playa frenó al Hércules

La playa frenó al Hércules

FITO GONZÁLEZ

Los locales siguen invictos y en puestos de ascenso

Amaneció día de playa en Alicante. Y para que fuese perfecto para una gran mañana de ocio, el terreno de juego del Rico Pérez se disfrazó de Postiguet y apareció con un manto de arena que apenas dejaba vislumbrar el césped. Lo malo era que allí se tenía que jugar uno de los partidos más importantes de la jornada. Inaceptable para un estadio que el año que viene quiere lucir en Primera. En esas condiciones era de cajón que iba a salir victorioso el que menos errores cometiera en defensa. No fue un día para frivolités ni para el fútbol veloz que acostumbran a practicar los Tote, Tuni, Momo, Pedro Ríos y compañía.

No obstante, ambos intentaron que el tapiz no fuera óbice para desarrollar su habitual juego. Viqueira intentó acaparar la posesión en los primeros compases para producir un cortocircuito en la salida en tromba del líder. Y a fe que lo consiguió porque lograr que Farinós y Tote no huelan el cuero es como dejar a la orquesta sinfónica de Viena sin su director. Tan extraño se notó el Hércules que Mandiá se debió acordar de algún golazo de su paisano Amarelle y decidió buscar la espalda de Aythami y Crespí con balones largos. De esta forma, Delibasic y Tuni comenzaron a sentirse futbolistas. El mallorquín tuvo la ocasión más clara pero su escorzo acabó con el conejo-balón en los terrenos que Ortiz quiere convertir en una torre comercial.

Mientras el Hércules se reinventaba a sí mismo, el Xerez iba creciendo sobre sus propios cimientos. Moreno se bastaba para barrer todo lo que pasaba por su zona y Pedro Ríos y Momo probaban la fiabilidad de Ruz y Dani Carril.

Sin brillo ni chispa, Mandiá buscaba soluciones y Vigo miraba un reloj que corría a su favor pues el punto era bueno y en una jugada aislada podía llegar el pleno. Y no estaba equivocado el entrenador xerecista. Álex Bergantiños, aquel que casi ficha el Hércules en verano, tuvo en su puntera el 0-1. En una gran triangulación entre Viqueira y Pedro Ríos el balón le llegó franco con Calatayud ya batido pero su toque salió por encima del larguero. El Rico Pérez tragaba saliva.

Tote dio la réplica en una jugada de laboratorio de Mandiá pero su remate salió alto. Mala señal para el Hércules era que su generador de juego sólo apareciera para culminar las jugadas de estrategia. Los locales no encontraban la forma de superar a los zagueros y a un Moreno que, ataviado con una venda a lo Quincoces, crecía por momentos. Un arranque de Deli, que pudo ser derribado cuando ya encaraba a Chema, fue lo único potable del Hércules. El Xerez sabía que llegaría su oportunidad. Y llegó en una jugada de Antoñito. Su disparo olía a gol pero el portero menos goleado del fútbol profesional metió una mano que firmaba las tablas.