Míchel dio la victoria a un Rayo que supo sufrir

El Rayo entró al campo con el frac que suele utilizar cuando juega en Vallecas, pero tuvo que cambiarse de vestuario sobre la marcha para jugar tres cuartas partes del encuentro con el mono de trabajo. Míchel lució la levita a los dos minutos para adelantar al Rayo en el marcador, aunque la expulsión de Aganzo obligó al equipo franjirrojo a rebuscar en el fondo de armario y permutar el traje de fiesta por el de faena, porque quedaban setenta minutos por delante y las circunstancias exigían mancharse las manos si era necesario.

El equipo de Mel entendió el vuelco que había dado el panorama; el Huesca no tanto. El conjunto de Calderón tuvo el balón, ensanchó el campo para abrir espacios y aparentemente tenía en su poder todos elementos necesarios para sacar tajada de Vallecas.

Heroica.

Al Huesca le traicionó el subconsciente, sin embargo. Con tanto tiempo por delante, la situación requería serenidad, asegurar el pase y esperar a que los ingredientes con los que contaba fuesen madurando. Pero el cuadro azulgrana quiso solventar la situación por la vía rápida, tenía prisa y ya se sabe que ésta nunca ha sido buena consejera. El juego del cuadro oscense fue demasiado directo y se equivocó porque dio facilidades para que el Rayo apelase a la heroica atrincherándose atrás.

Apenas salió al contraataque, porque la posesión del balón el balón le duraba, pero aún así, el Rayo pudo quitarse de encima algún minuto de sufrimiento si el asistente de Caballero Herreros no se hubiese equivocado al señalar fuera de juego en el gol que marcó Coke en el minuto 88.

Las ocasiones más claras del Huesca fueron en jugadas a balón parado. Pero Roberto (56') y Luis Helguera (73') toparon con Cobeño.

Lo que sobraron fueron las continuas interrupciones al haber dos balones, porque uno era lanzado desde la grada.

Calderón: "Lo expulsión nos lo complicó"

"La expulsión nos lo complicó todo. Fue lo mejor que le pudo pasar al Rayo, porque eso le encendió, achicó espacios y tiene una defensa poderosa. Yo hubiese preferido jugar contra once. Nosotros lo intentamos todo y creamos ocasiones, pero no acertamos porque siempre aparecía alguien, o un defensa o el portero. A ellos parecía que les iba la vida y medida a trascurría el tiempo creían más en que lo lograrían".

Mel: "Un diez para mis jugadores"

"Este triunfo nos da carácter de equipo que es férreo y se sabe plantar. Jugar setenta minutos con uno menos y ganar es como para dar un diez a todos los jugadores. Han demostrado que son buenos profesionales. El Huesca ha estado bien, el árbitro mal y la expulsión de Aganzo ha sido infantil. Pachón estaba ya calentando, pero no me dio tiempo para sustituirle. La victoria nos devuelve a la zona alta".