Copa de la UEFA | Valencia 1 - Copenhague 1

El Valencia se hace vulnerable

Empate y gracias frente al modesto Copenhague Hubo falta en el tanto danés La zaga hace aguas

<b>CREÓ MUCHO PELIGRO. </b>Santin, el hombre más peligroso del Copenhague, pugna con Miguel por un balón y obliga al portugués a saltar de manera acrobática.
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No se puede hablar de que haya un bache", dijo Emery tras el partido. La sola existencia de la pregunta viene a demostrar que sí lo hay, al menos que algo pasa, que hay un cambio de tercio preocupante porque el Valencia ha pasado de ser una roca atrás y, sobre eso edificó una imponente racha sin perder, a ser una bicoca defensiva de la que se aprovecha cualquier rival que esté bien armadito y tenga una pizca de velocidad arriba. 'Houston tenemos un problema', es el resumen del estreno en la liguilla de la UEFA de este Valencia que, cada vez que intenta rotar, se lleva una cornada, que te rasga como ante el Marítimo o te engancha de pleno como anoche. Aún así, por buscar dos aspectos positivos, la victoria pudo quedarse en casa pues la igualada, aunque justa, llegó tras una falta de los daneses que el colegiado pasó por alto. También en lo bueno cabe apuntar que no hay nada perdido pues, clasificándose tres de cinco, a los de Emery les deben sobrar puntos para superar esta fase.

El encuentro reabre el debate de si hay fondo de armario suficiente como para lidiar con tres competiciones. De momento hay malas noticias al respecto, pues se ha visto que Del Horno o Pablo Hernández están lejos del rendimiento de Moretti y Joaquín, que Viana no está y que a Edu y Baraja aún les queda, sobre todo al primero que tuvo más presencia en el área que fuera, donde realmente se le espera con ansia. Al menos, Vicente sí estuvo a un nivel alto, desbordando como antaño, mirándole a los ojos a la línea de fondo y sirviendo desde ahí asistencias, una de ellas fue el embrión del 1-0, que no firmó Edu, pero sí Morientes. Muy poco para lo que se espera de un Valencia, máxime si se mide a un equipo menor que estará lamentándose de su falta de puntería porque ayer, si hubiera tenido en sus filas a un delantero de nivel medio, llamémosle Tchité, hubiera dejado Mestalla ardiendo.

Y eso que de entrada todo parecía fácil. Vicente desarbolaba al Copenhague dando la impresión de que en media hora el partido iba a estar más que liquidado, pero el balón no entró, faltó puntería y sobró el larguero, que escupió un cabezazo muy plástico de Edu. Olía a trámite, a que los de azul que corrían tras los chés se derrumbarían en breve, pero al cuarto de hora todo cambió. Los daneses superaron la impresión inicial de verse en Mestalla, se recolocaron con acierto y empezaron a aplicar la misma fórmula que el Racing de Santander el sábado: robar y salir y les fue de maravilla. Ailton y Santin se frotaban las manos con los errores de la zaga (preocupantes y algunos incomprensibles) y sólo su falta de calidad impidió que se fueran con ventaja al descanso. Solos ante Renan buscaron el sobresaliente y no lograron ni el aprobado, porque sus remates fueron deficientes, pero debieron alertar al Valencia, que no reaccionó o no supo porque en el 51' Santin volvió a plantarse solo.

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Empate ilegal.

Antes de que cundiera el nerviosismo, los de Emery se adelantaron explotando a Vicente, porque por la derecha Pablo no aprovechaba la oportunidad. Pese al 1-0, Unai no se fiaba y buscó la sentencia con Villa y Mata y tapar agujeros con Fernandes, pero no hubo manera. El Valencia era demasiado vulnerable y en el 84' hubo justicia y el Copenhague igualó. Eso sí, en su acción de pizarra hubo una falta que debía haber invalidado el tanto. Fue una lástima que Vicente emborronara su partido con un despiste en la marca, erró él, sí, y también Albiol y antes otros. No hay un solo culpable y eso convierte el tropiezo en un problema mayor.

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