Van Nistelrooy, contra una Juve que ruge

Liga de Campeones | Real Madrid - Juventus

Van Nistelrooy, contra una Juve que ruge

Van Nistelrooy, contra una Juve que ruge

Diarra también será titular y Pepe pasa hoy una prueba

Desde que el Madrid perdió en el Comunale ha vencido al Athletic, perdido en Irún y empatado en Almería. Desde que la Juve ganó a los blancos ha derrotado a Torino, Bolonia y Roma, lo que le coloca a cuatro puntos del Milán, líder del calcio. Este diferente tránsito explica bien el efecto de aquel partido de hace dos semanas entre Juventus y Real Madrid. Los piamonteses, que parecían hundidos sin remisión, se han elevado y los madridistas, que llegaron a acumular ocho victorias de manera consecutiva, se han enredado en problemas ciertos o inventados. El equipo de Schuster se tomó un respiro en un lugar inapropiado y la consecuencia ha sido una transferencia de confianza hacia el enemigo que hoy visita el Santiago Bernabéu. Porque esta Juve que ahora bufa la ha construido el Madrid, que aquella noche de Turín subestimó la historia, la propia y la ajena.

Competitividad. Ahora toca desactivar a Frankenstein, convencerle de que coleccionar mariposas será más divertido que atropellar viejitas. No será sencillo. Esta Juventus no es una squadra ni lejanamente formidable, pero se trata de un grupo rocoso por vocación y competitivo "por línea de sangre", basta con repasar los nombres míticos que han vestido la camiseta de la societá, esa mezcla de rabia elegante que ha caracterizado a sus futbolistas. Porque en la Juve hasta los leñadores huelen bien y no hay club en el mundo donde sienten mejor unas canas. Además, el partido no se presenta en buen momento. Las lesiones atacan al Madrid en la columna vertebral. Van Nistelrooy, Pepe y Diarra entraron ayer en la convocatoria, pero viven entre espumillón.

El portugués pasará hoy una última prueba para comprobar si está en condiciones de jugar. Si no la supera, Cannavaro y Heinze formarán la pareja de centrales, escoltados por Sergio Ramos y Marcelo en los laterales. Y aunque la Juve no utiliza extremos puros, preocupa esa escolta. Al igual que Pepe, Van Nistelrooy aparece como un jugador esencial. Su titularidad se antoja segura, aunque no se ha entrenado en los últimos días por un golpe que sufrió en Turín y que le ha provocado una sinovitis. Su calidad está fuera de toda duda y también se comprende su valor como referencia, aunque cuesta entender que su entrada fuerce la salida de Higuaín y, sin embargo, no altere la posición de Raúl. J

untar a los máximos goleadores de la Champions compone un bonito cuadro, pero sacrifi ca al delantero más en forma del equipo. No obstante, será en el centro del campo donde se libre la batalla decisiva.

Schuster insiste en alinear a sólo tres centrocampistas y se da por satisfecho con la ayuda que les ofrece Robben. Esta vez serán Diarra, Guti y Sneijder los encargados de sostener los combates y, si bien no se cuestiona la agilidad ofensiva de esa combinación con mayoría atacante, hay que preguntarse por su capacidad para regresar al campamento.

El problema es que en esa línea que el Madrid aligera la Juventus reúne a Camoranesi, Tiago, Sissoko y Nedved: garra, ingenio, piernas y veteranía.

Sin Buffon.

No hay que olvidar tampoco que la Juventus sigue arrastrando bajas fundamentales. Manninger está cubriendo con aseo la ausencia de Buffon, pero hay quien señala que bastará con asediarle para comprobar la diferencia. La lesión de Trezeguet, en cambio, ofrece menos problemas, ya que Amauri y Del Piero componen una extraña y mortífera pareja, como un martillo y bisturí muy afi lado. Alguien debería recordarle a los jugadores del Real Madrid quién es la Juventus, obra y milagros. Para ello resultaría más benefi cioso un libro que una pizarra, mejor una película que una estrategia. No estaría mal mostrarles la foto del joven Raúl encarado con el temible Vierchowood. Se trataría de explicar, simplemente, lo que sucede al mezclar la leyenda del Madrid con el prestigio de la Juventus. Es bastante fácil: arde el Bernabéu.