Guerreiro se enfrenta a una sanción ejemplar

Un mínimo de cuatro partidos y un máximo de siete. En esa horquilla se mueven las previsiones del Murcia en torno a la sanción que el Comité de Competición le puede imponer esta misma tarde al brasileño Marcinho Guerreiro, por el empujón que éste le propinó al colegiado Hernández Hernández en las postrimerías del Xerez-Murcia disputado el pasado domingo en Chapín.

Presa de los nervios, y con el partido ya sentenciado en contra de los grana, Marcinho se revolvió contra el colegiado al ver que le mostraba una tarjeta roja directa tras señalar un penalti que solo vio el árbitro canario. El ex del Santos, fuera de control, se dirigió primero al árbitro asistente y acto seguido acometió contra un Hernández Hernández que en el acta del encuentro redactó lo siguiente: "El jugador Marcio Glad (Marcinho Guerreiro) tras estrellar una botella contra el césped, se dirige a mí y coloca su frente contra la mía, para después propinarme un empujón en el pecho con las dos manos". Unos hechos de gravedad que no fueron a más por la rápida intervención de los futbolistas del Murcia, que al ver a su compañero fuera de sí se lo llevaron casi a empujones del césped de Chapín. A la conclusión del partido, y tras la ducha, Marcinho intentó en vano acceder a la caseta arbitral para mostrar su arrepentimiento por lo ocurrido.

En el día después, el futbolista, visiblemente afectado, no compareció ante los medios pese a la insistencia de los periodistas que cubren la actualidad del Murcia.

Por su parte, los servicios jurídicos de la entidad que preside Jesús Samper 'invirtieron' el día después en hacer acopio de las imágenes del partido y también de las del encuentro de la segunda jornada del presente campeonato que enfrentó al Murcia y al Levante. En aquella ocasión Hernández Hernández también pitó un penalti inexistente a Marcinho Guerreiro. Por ahí puede ir la difícil defensa murcianista.