Sin efectos colaterales después de la derrota

Hay partidos que lo cambian todo. Unos por ganar, otros por perder. Pero la mayoría de las veces, importan más las formas que el resultado. Un 1-4 en condiciones normales hundiría a cualquier equipo (o lo dejaría tocado como mínimo). No es el caso del Málaga. Todo el vestuario, tanto jugadores como cuerpo técnico, ha asimilado con naturalidad la derrota ante el Barcelona y ha sabido sacar también las notas más positivas. El partido del pasado sábado no ha dejado daños colaterales en las entrañas de La Rosaleda. Es más, ha reforzado la moral en algunos aspectos. De hecho, sigue sexto, aunque comparte honores con Atlético y Getafe.

Los jugadores sabían que se enfrentaban a un Barça muy fuerte (muchos aseguran que es el equipo más en forma de Europa). Sin embargo, siempre dieron la cara y no perdieron su identidad en el campo. Demostraron que, en condiciones adversas y ante un gigante, siguen siendo el mismo Málaga. Juegan bien, crean ocasiones y continúan marcando. Así que no ha producido ningún daño el hecho de ver cortada la racha de cuatro victorias consecutivas. Viendo el nivel de juego, los blanquiazules ya están pensando en el Bernabéu. De momento, el temido Tourmalet les ha dejado tres puntos de seis posibles. Creen que se puede arañar algo ante Real Madrid y Villareal.

Por lo pronto, los jugadores tienen dos días libres (ayer y hoy). Tapia concedió este descanso después de 12 días de trabajo consecutivos (no libraban desde el 20 de octubre). El técnico quiere que sus futbolistas se saneen mentalmente y lleguen mañana listos para empezar a preparar el partido contra el Madrid.