A un punto del ascenso

Liga Adelante | Tenerife 2 - Rayo 0

A un punto del ascenso

A un punto del ascenso

juan garcía cruz / acan

El Tenerife exhibe garra para superar con diez al Rayo

Al son de un Ricardo genial, que participó en los dos goles y mandó en el centro del campo, con un Nino que definió como los grandes en el segundo tanto y sirvió en bandeja el primero, con un Juanlu que fue de menos a más y que abrió la lata, con un Luna inmenso en la defensa multiplicándose por todos lados En definitiva, con un Tenerife que nunca se dio por vencido, los tres puntos se quedaron en casa, a pesar de jugar gran parte del choque con diez por una infantil -y rigurosa- expulsión de Manolo Martínez.

Todo cambió en el minuto 36, cuando el local se quedó con uno menos. Hasta entonces, el partido resultó un bodrio. Los dos equipos iban sin ideas ni llegadas. A los de Oltra les estaba costando meterse en el partido y cada centro al área de Luis García descubría, una vez más, las falencias defensivas. El Rayo, bien parado, pero limitado, dejaba pasar le tiempo.

La doble amarilla que vio el futbolista de Bigastro por golpear levemente a Cobeño (¿que hacía Manolo ahí sabiendo que estaba amonestado?) cambió el libreto. Los instantes finales de la primera mitad fueron de ida y vuelta. El incansable Diamé cabeceó muy solo y su remate acabó en el larguero (40'), enseguida Aganzo tardó muchísimo en definir y Héctor llegó a tiempo para molestar (42') y Alfaro remató un zurdazo al palo (45'). Nueve minutos que tuvieron más emociones que todo lo anterior.

Oltra decidió no tocar nada y la apuesta -arriesgada- salió bien. El Tenerife salió tras el descanso con otra marcha y con más chispa. Los diez jugadores se multiplicaron y evitaron que el conjunto madrileño les hiciera daño. Ricardo se adueñó del juego local y fue vital en las dos conquistas. Es más, antes del 1-0, probó con un zapatazo que desvió a corner el meta visitante.

La apertura llegó merced a una gran jugada trenzada. Ricardo robó y entregó a Alfaro quien combinó con el infatigable Nino. El ariete, a un toque, le cedió la pelota a Juanlu quien de certero tiro cruzado batió a Cobeño. Enseguida Mel metió toda la artillería (Perera y Pachón) y Oltra devolvió la jugada metiendo a Sicilia (un lujo tenerlo como suplente) que estuvo fenomenal el rato que jugó.

El Rayo iba casi por obligación porque en ningún momento dio sensación de que podía empatar. Cuando se acercaba el final llegó el segundo y la locura. Ricardo la luchó una como un gladiador y habilitó a Nino quien, de vaselina, le anotó por primera vez al Rayo. Ahí explotó el estadio. Oltra festejó como un aficionado más, los jugadores persiguieron al autor del gol, Richi se abrazaba efusivamente con Luna, la gente hacía la ola Con garra, el Tenerife se llevó tres puntos que, moralmente, valen su peso en oro.