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Liga BBVA | Atlético 2 - Mallorca 0

Kun, qué bueno que volviste

Agüero resolvió con dos goles. El primero, genial. El Atleti mandó hasta el descanso y se durmió luego. Un gran Leo Franco frenó la reacción del Mallorca

<b>ABRIÓ EL MARCADOR. </b>Agüero toca con la puntera de su pie derecho el balón para marcar el primer tanto del partido con una vaselina a Moyá.
ABRIÓ EL MARCADOR. Agüero toca con la puntera de su pie derecho el balón para marcar el primer tanto del partido con una vaselina a Moyá.

Agüero ha vuelto. Y el aire procedente del suspiro de alivio unánime de la afición rojiblanca podría derribar las casas de los tres cerditos a la vez. Sin él, el Atleti es un cachorrito juguet le pones a Kun y es un dientes de sable. Por eso, entre la dureza del calendario y el precario estado físico de su estrella, los de Aguirre salieron de la etapa reina muy tocados, con poquísimo margen de error. El Mallorca podía dejarle en la UVI, pero los dos partidos de descanso le han sentado a Agüero como un mes en las Seychelles. Y en esas condiciones, no tiene límite.

Manzano soñó de inicio con mantener su racha de tres añitos sin perder en su antigua casa. Heitinga fue el encargado de darle esperanzas, con dos lagunas mentales en tres minutos que pusieron a Aduriz y Varela al borde del gol. No llegó, pero el holandés sigue emitiendo señales de que su enormes cualidades se diluyen ante cierto desconocimiento del puesto de central. Viendo que Perea sí está funcionando ahí, Aguirre debería replantearse mandar a Heitinga al lateral derecho cuando vuelva Ujfalusi. Veremos.

Tras el susto inicial, el Atleti se adueñó de la situación. Cuando, como ayer, puede contar con sus cinco mejores futbolistas (Kun, Simao, Forlán, Maxi y Maniche) se convierte en una pesadilla para las defensas. Al ataque rojiblanco le faltan casi siempre pausa y claridad, pero lo compensa con velocidad, talento y contundencia. Así, tras un aviso previo de Forlán, Moyá se encontró sacando cabizbajo el balón de sus redes.

Como es habitual, el gol fue una centella. Maniche ve a Forlán en la frontal y éste, con su inteligencia perpetua, toca de primera con la cabeza para dejar a Agüero frente a Moyá. A partir de ahí, pasamos de hablar de buenas acciones a genialidades. Control con la izquierda para orientar el remate y, con el portero ya muy encima, toque sutil para batirle por arriba como el que canta. Como bien sabe Casillas, la vaselina es una suerte predilecta de Kun. Ahora Iker tendrá que tener en cuenta que ha ajustado la mirilla.

Tras el 1-0, el Mallorca se diluyó como un azucarillo. Presionaba como si los futbolistas rivales llevaran un par de meses sin ducharse y la baja de última hora de Nunes dejó a su defensa más insegura que un adolescente llevando al instituto ese horrible jersey tejido por su abuela. Así llegó el segundo. Antonio López (notable a banda cambiada) le pone un buen pase atrás a Forlán, cuyo remate fallido pasa entre mil piernas para acabar mansamente en el pie de Agüero, que lo mismo te pinta el Guernica que una pared con gotelé. 2-0, el tercero se veía venir y todo resuelto. ¿O no?

Pues no, porque al Atleti le gusta más meterse en líos que al Mike Tyson de la época dura. Al vestuario rojiblanco entraron once futbolistas y de él sólo salió uno: Leo Franco. Y el Mallorca, viendo que le aflojaban la cuerda, se vino arriba gracias a la brega permanente de Aduriz y la presencia de Mario Suárez, sobre el que el Atleti aún tiene una opción de recompra y habrá que seguir con mucha atención.

Otra historia. A los 47', Aduriz reventó contra el larguero un remate acrobático a bocajarro y el posterior disparo de Arango lo detuvo Leo Franco. El Calderón comenzó a temblar, temiéndose una reedición de la remontada instantánea del Villarreal. Pero Leo estaba decidido a redimirse de su grave error en El Madrigal, que estaba manchando su más que aceptable temporada.

Las ocasiones visitantes se sucedían mientras el Atleti únicamente daba señales de vida en alguna contra mal culminada. Sólo Agüero, siempre él, rozó la sentencia con un cabezazo que botó en la parte superior del larguero. Pero se vivía en área rojiblanca, con el Mallorca llegando por percusión, ya que Arango no tenía las musas motivadas. Durante unos segundos, Webó cantó gol, antes de que Leo Franco, volando en dirección contraria al balón, sacase una mano increíble para gritar, esta vez sí, "se acabó".

Y entonces el Atleti ya pudo relajarse, disfrutar de los tres puntos vitales, recordar las buenas sensaciones de la primera parte y mirar con optimismo al futuro. Al fin y al cabo, Agüero ha vuelto.

El detalle: Aguirre cambió su mala racha

Aguirre, que ayer superaba a Villalonga como quinto entrenador con más partidos en Primera con el Atlético, sólo había ganado una vez al Mallorca como local y fue en 2006, aún en Osasuna. Por contra, Manzano llevaba tres años seguidos puntuando en el Calderón con los bermellones: una victoria hace tres temporadas y empates en las dos últimas.