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Copa del Rey | Málaga 1 - Mallorca 1

Pole position para Keita

Su fugaz gol hace favorito al Mallorca para la vuelta

<b>EMPUJE. </b>Manolo metió un centro al final del partido al que no pudieron llegar ni Moyá ni los delanteros blanquiazules.
EMPUJE. Manolo metió un centro al final del partido al que no pudieron llegar ni Moyá ni los delanteros blanquiazules.Mariano Pozo

Congelado por el frío de La Rosaleda, o desinteresado por la competición, el Mallorca tiró 45 minutos a la basura. Pero pocas veces se ha visto arreglar un desastre tan rápido. Fue sacar de centro en la segunda parte y, en diez segundos, empatar Keita. Así, de un plumazo, se quitó el Mallorca su mala conciencia y bañó de rojo la eliminatoria, que con el 1-1 tiene una pinta muy balear. El Málaga asistió paralizado a la escena, un gol en diez segundos es lo que deja, y se sintió mal, porque sintió que había estropeado una primera parte excelente, generosa, de primor, que simbolizó la fe que tiene el equipo, especialmente en el gol, una jugada en apariencia intrascendente pero que Cheli no paró de perseguir hasta que hizo el gol. El desarreglo pudo ser peor para el Mallorca, del que se apiadó Luque, amigo de la isla en tiempos suyos y de Etoo. Luque hizo dos desmarques de escuela pero, superadas las dificultades, falló con lo que mejor se le da, la espada. Luque, que celebra los goles muy torero él, está harto de ver el capote comido de polvo. Dos remates para su mejor perfil, el izquierdo, y en los dos el cuerpo de Moyá. Qué decepción.

Para el Mallorca el gol fue la paz, no sabía cómo explicar su desorganización inicial y vio la luz con Keita. Pero quien revolvió el partido fue Trejo, atrevido, listo entre líneas enemigas. El argentino anestesió al Málaga y le traspasó la empanada que había llevado por el mal camino al Mallorca en la primera parte. El Málaga perdió continuidad y jugó a lo que quiso su rival, que se paseó por el área de Goitia tan feliz. Luego se recreó en la suerte y no remató al Málaga, que se repuso bien con la aparición de Apoño, Adrián y Eliseu. Corto de gasolina como vio a su equipo, Tapia le inyectó la vitamina de la Liga, que es mucho. Y el Málaga se animó y volvió a ver bien cerca a Moyá. Pocas veces unos cambios han tenido tanta influencia en un partido. Al Mallorca le arreglaron la eliminatoria, porque además de Trejo, Jurado dio frescura y energía al Mallorca. Y al Málaga le sirvieron para evitar irse a la lona en la eliminatoria. Apoño oxigenó bien y Eliseu, al que Mateu Lahoz no pitó una falta porque el portugués se tiró en la primera y decidió imaginar que en el resto le engañaba, tuvo seriamente preocupada a la defensa del Mallorca. Duda pidió un penalti y Manolo se hizo una autopista por su banda. Pero el 1-1 se quedó ahí. Y fue justo, porque castigó la empanada de los dos equipos. Y le dio un poco de emoción a la triste Copa. Decidirá Son Moix, estadio que con los años va cogiendo buena fama en la Copa y que tiene preparada la sentencia para el Málaga, que sigue a vueltas con la maldición. Está otra vez en el abismo, pero esta vez a fe no le ganan. El Mallorca no debería dormir tranquilo.