Del Piero rejuvenece a la Signora

Liga de Campeones | Juventus 2 - Real Madrid 1

Del Piero rejuvenece a la Signora

Del Piero rejuvenece a la Signora

AP

Dos graves errores defensivos condenaron al Real Madrid contra una Juventus que tenía siete bajas y no vive sus mejores días. Del Piero y Amauri, favorecidos por los errores defensivos del Madrid, dibujaron un panorama desolador para los de Schuster, que sólo reaccionó cuando Robben salió al campo. Una reacción que llegó demasiado tarde y que sólo permitió un gol a Van Nistelrooy.

Las visitas del Real Madrid a Turín tienen algo de mítico, de misterio. Todo viaje al viejo Comunale, al que ha regresado la Juventus quizá para reencontrarse con su gloriosa historia, mucho más digna que su pasado más reciente, supone una ocasión para medir fuerzas con uno de los grandes de verdad. Son enfrentamientos en los que hay que contrarrestar las virtudes del rival y su historia. No importa quién juegue en la actualidad, ni el estado de forma, ni las ausencias, porque la leyenda tiene tanto peso como el presente. Los contendientes no son los futbolistas, son los clubes, el Real Madrid y la Juventus. Y la tradición dice que desde 1962 el Madrid no sabe lo que es ganar en la capital del Piamonte. Cuando se mide al Real, como dicen en Italia, la Vecchia Signora no parece tan vieja, como si los años no hubieran pasado por ella. Sí han pasado por Del Piero, pero continúa siendo tan listo como siempre. Él empezó a ganar el encuentro para la Juve.

Dos groseros errores defensivos condenaron a un Madrid que nunca se sintió cómodo en la primera parte y sólo se quitó complejos cuando Robben saltó al campo a los 55 minutos. El holandés abrió el campo, supo asociarse con Sneijder y Van der Vaart, Gago empezó a tener opciones de pase y Van Nistelrooy respiró aliviado al ver que por fin podía mirar a las bandas para esperar un centro. Incluso Raúl tuvo ocasión de beneficiarse de esta mejoría en el juego de su equipo, pero hay días en los que uno no está para nada.

Los que no estuvieron para nada fueron Pepe y Cannavaro, en especial el portugués, que se despachó un partido lamentable. Salió mal a casi todos los cruces, estuvo de forma permanente fuera de sitio, no se entendió con sus compañeros de zaga, no dejó de complicarse la vida con el balón en los pies y falló en los dos goles.

La primera torpeza de los dos centrales llegó a los cinco minutos. Cannavaro se equivocó al salir de su posición, Pepe falló al ir sobre Amauri, nadie cubrió el hueco dejado por ambos y Del Piero aprovechó el vacío para recibir fuera del área el balón de Amauri y con una rosca elegante y bien tocada puso el balón lejos de Casillas. Fue un gol magnífico y que marcó el desarrollo de todo el partido.

El mejor escenario posible para un equipo entrenado por Claudio Ranieri, que sólo quiere el balón si es porque en el sorteo inicial le ha tocado sacar de centro. La Juventus le regaló la pelota al Madrid, pero fue una posesión falsa, ficticia. La posesión de la pelota no le dio el control del encuentro al Madrid.

Gago, lejos del nivel que mostró contra el Atlético, Sneijder y Van der Vaart eran incapaces de controlar el partido. El centro del campo del Madrid siempre estaba en inferioridad, superado por el despliegue físico de los juventinos. Marchionni, Sissoko, Marchissio y Nedved se cansaron de correr y de destruir. Y lo acabaron pagando en la segunda parte, cuando el Madrid se desperezó y puso en apuros a la Juve. Contaron siempre con la ayuda de Amauri, un magnífico delantero que sabe combinar la técnica con el sacrificio italiano. Sólo así puede sobrevivir un delantero brasileño en la Serie A.

Creó peligro siempre que recibió el balón y en la primera ocasión que tuvo en la segunda parte firmó un nuevo gol para la Juventus. Pepe se volvió a equivocar y en la zona del lateral derecho se vistió por un momento con la mítica camiseta blanquinegra y le pasó el balón a Nedved. El centro de éste fue cabeceado por Amauri y el balón, después de tropezar en Heinze, terminó superando a Casillas. La defensa del Madrid fue un desastre en esa acción. Ramos estaba despistado, Pepe fuera de sitio, Cannavaro sin saber dónde situarse para cubrir todos los huecos y Heinze llegando tarde y ayudando de forma involuntaria a que la jugada terminara en gol.

Restaban 40 minutos por delante y desde entonces se vio la mejor versión del Madrid, que despertó tarde, cuando se vio condicionado irremediablemente por el resultado. Se vio al mejor Madrid cuando fue más equilibrado. Robben salió por un desaparecido Higuaín, que se dejó todo su fútbol en el punto de penalti del Vicente Calderón, y, como ya ha quedado apuntado, el Madrid comenzó a sentirse cómodo en el centro del campo. Se multiplicaron las opciones de ataque con el holandés, primero situado en la izquierda y luego en la derecha, y de sus pies nació el gol del Madrid. Combinó con Heinze y el pase de éste lo cabeceó a gol Van Nistelrooy, que ya está a sólo un tanto de Raúl como máximo goleador histórico de la Liga de Campeones.

Antes Van der Vaart y Robben pudieron marcar de cabeza y después Sneijder mandó un balón al poste. Fue creciendo el Madrid a la misma velocidad que se agotaba el físico de la Juve, que terminó encerrada en su campo, sin aire, pero con tres puntos que le acercan a la siguiente ronda. La clasificación del Madrid no debe correr peligro, porque en esta fase de grupos sólo debía visitar una vez Turín y la penitencia ya está cumplida.