Quique Flores
"El futbolista no es un atleta, es otra cosa. España lo confirma"
Quique Sánchez Flores (Madrid, 1965) es el entrenador del Benfica. Junto a Rafa Benítez, el español en el extranjero que dirige al club con más categoría e historia.
Cuando dejó Valencia dijo: "He perdido un cargo, pero he ganado una vida". Puesto que volvió a entrenar, ¿la ha vuelto a perder?
No, para nada. Vuelvo a ejercer mi profesión y me siento feliz y alegre pues disfruto con mi cargo. Aquello fue un momento, una sensación que llegó a ser muy desagradable. No concebía tanto poder de autodestrucción como tenía a mi alrededor, ¡viví cómo se destruía al Valencia desde dentro! La pérdida del sentido común lo hace todo más difícil, claro. Me alegra que haya recuperado la serenidad civil; es lo mejor que le pudo pasar.
En Mestalla trabajan para recuperar tiempos mejores. El caso del Benfica es parecido.
Pues sí. Necesitaba una reconstrucción similar y la gente está por la labor. Hablamos del club con más socios, tiene 160.000 en todo el mundo. Las alertas están bien encendidas y yo hago un esfuerzo todos los días por estar a la altura de la historia de este club.
Hoy juegan partido de Copa, contra el Peñafiel, de Segunda. En la Liga están quintos, a dos puntos del líder Oporto.
Así es. A corto plazo teníamos un reto fundamental que era reenganchar al aficionado pues se había producido un cierto desarraigo popular. En tres meses lo hemos conseguido: la gente ha vuelto al campo y se lo pasa bien, con el añadido gozoso de la eliminatoria con el Nápoles en la UEFA; una fase previa con aroma de cuartos de final que superamos.
¿El Oporto es mucho mejor que el Benfica?
La diferencia es que ellos tienen un plan desde hace años y eso les da una cierta ventaja que debemos reducir. El plan 2006-2011 le llaman y va desde la contratación de futbolistas a lo económico, lo social Tienen pocas pérdidas en las cuestiones importantes y es evidente que han sido el equipo de referencia en Portugal estos últimos años.
Formar un equipo cuesta; destruirlo es sencillísimo.
Como todo en la vida. Levantar una casa es más complicado que derruirla. Hay que sentar unas bases lo que lleva su tiempo, su creatividad, su trabajo. El fútbol no es una excepción en casi nada.
Hablado de situaciones excepcionales: Reyes parece que vuelve a ser Reyes.
No me considero un mago ni mejor que ninguno de los entrenadores que tuvo: Aguirre, Capello, Wenger, Juande Ramos Pero sí considero que con una buena aplicación del método de trabajo en una situación límite como era la suya, es fácil que repunte. Llegó un momento en que su flecha de rendimiento sólo podía ir para arriba y así está sucediendo. Necesita sentirse protagonista, notar el afecto de todo lo que le rodea y que quizá echó en falta antes. Aquí es uno de los mejores y si él y nosotros mantenemos el nivel de exigencia y perseveramos en ello, le irá bien. Es verdad que recuerda al Reyes del Sevilla, al del Arsenal y al de sus últimos partidos en el Madrid.
El Madrid sigue a su jugador argentino Di María.
Es un proyecto importante de futbolista, pero hay que respetar los plazos de formación y él está en pleno aprendizaje. Necesita no decaer en el trabajo y como tiene humildad para hacerlo, seguro que será un jugador importante. Va para gran futbolista, pero debe madurar. A menudo pretendemos que sean estrellas en muy poco tiempo.
¿Cómo es la liga portuguesa?
Tiene una clase alta muy localizada y como sucede en la Premier, en Alemania y en nuestra Liga, una clase media que empieza a moverse mejor, lo que aumenta la dificultad de sumar puntos cuando te enfrentas a ella. El ambiente futbolístico en el país es grande, cuenta con buenos entrenadores, trata de fichar bien fuera, se preocupa por la base Es una Liga en alza.
Háblenos del entrenador portugués, que tiene su máxima expresión en Mourinho.
Está preparado, indaga en la profesión, acumula conocimientos No hay técnicos experimentales ya: estás preparado o la propia profesión te expulsa pues la competencia es muy grande. Jesualdo Ferreira, del Oporto, o Paulo Bento, del Sporting, podrían dirigir a cualquier club del mundo. Son los más conocidos, pues dirigen a clubes grandes, pero otros como Manuel Cajuda, del Vitoria Guimaraes, están tocando la Champions, la UEFA. Es interesante el caso de José Mota, del Leixoes, que está entre los cuatro primeros con un trabajo fenomenal. Trabajan, estudian, leen, ven fútbol: están.
¿Le sorprendió el fichaje de Camacho, ex Benfica, por Osasuna?
No y mucho menos después de conocerle. Tenía un gran concepto de él por las veces que nos habíamos enfrentado y la Eurocopa me dio la ocasión de tratarlo por fin de cerca. Aquellos ratos con la gente de Cuatro fueron magníficos: es una persona entrañable y tiene un conocimiento muy amplio del fútbol, lo que le permite estar en cualquier club. Todo lo que me comentó sobre el Benfica se va cumpliendo. Lamento que su vuelta coincidiera con el adiós de José Ángel Ziganda a Osasuna, pues se trata de un entrenador con muchísimos conocimientos también. ¡Estos ceses precoces son los menos precoces de todos los ceses!
Ya.
Sí, los que vendrán después sí se tomarán de forma urgente; estos están concebidos mucho antes, se arrastran de la temporada anterior. A Ziganda no le faltará trabajo.
¿Le aconsejaría que probara fuera?
¿Por qué no? Su capacidad está fuera de duda y viene bien salir, te resitúas, te reinventas Yo tengo una gran necesidad de quemar etapas, trasladarme, mudar Me oxigena muchísimo. Viniendo a Portugal di un paso al frente.
Lejos de la coctelera que es España.
Eso justamente: una coctelera que tiene irritado a todo el mundo cuando el fútbol debería provocar todo lo contrario. Y resulta que están enfadados los entrenadores, los dirigentes, los aficionados Nos falla algún mecanismo. Y no me pregunte cuál porque no lo sé.
Alguna culpa, o mucha, tienen los entrenadores.
Formamos parte de la coctelera, no estamos libres de pecado.
Muchos colegas se defienden excusándose en las famosas urgencias de los clubes que hipotecan su trabajo.
Es que hemos dado un paso más: ¡las urgencias son ya emergencias! No es casualidad que los clubes que mejor las controlan son los que más crecen. Un ejemplo a seguir es el Villarreal, que siempre trabajó con serenidad. Y el Getafe, otro. Poca gente funcionando y toda en la misma dirección, respuesta segura al canto.
¿Los entrenadores jóvenes son capaces de darle la vuela a la tortilla o tampoco?
No es un problema de edad sino de convicción y conocimientos. Cada uno elige su camino y eso se puede hacer con treinta años o con sesenta. Luego está el club y su idiosincrasia, la calidad que tengan los futbolistas
¿En Inglaterra lo tienen más claro?
Seguramente. Hoy día primero está la Premier, luego nuestra Liga y después la italiana. Los ingleses se han sabido vender mejor, a la cultura de su pueblo, tan futbolera, han añadido la del márketing y nos han adelantado. Nosotros pretendemos vender muchas cosas a mucha velocidad y no vendemos casi nada. La Premier cuida mejor las cosas: desde el respeto al trabajo de los entrenadores a los horarios de los partidos. Peor está el 'calcio', que ha perdido hasta la dignidad táctica.
¿Cómo dice?
Hace veinte años Italia era la referencia, todos mirábamos a Sacchi: como defendía, como preparaba un contraataque Ya no queda apenas nada de todo aquello. Fíjese que han reclutado a Mourinho, el primer portugués en aquel fútbol.
España es la Selección ¿y qué más?
La coctelera no deja de funcionar, otra cosa es que salga un buen batido o un desastre de combinación. La Selección es lo mejor, claro. Es ambición y talento, la suma de lo más preciado. Y ausencia de individualismo. Hay que disfrutarla pues nadie sabe cuándo volveremos a tener una generación así. Su gran aportación es que ha demostrado que los buenos futbolistas son los que mejor manejan la pelota. Yo he trabajado junto a Silva: es incapaz de jugar mal ¡ni en un entrenamiento! Están Xavi, Iniesta... El equipo tiene que jugar bien, es imposible que lo haga mal.
Y el rol de un seleccionador que cuenta con este tipo de jugadores, ¿cuál es?
Tiene que organizar el equipo, cuidarlo. Es el primero que sabe que este grupo se ha salido del prototipo que circula por el mundo. Hasta no hace mucho primaba lo físico y yo siempre pensé que el futbolista es un deportista accidental, para nada un atleta. Atleta es que corre los cien metros, lo nuestro es otra cosa. La Roja lo confirma.
Condición física al servicio del talento.
Eso es. Cristiano, Kaká, Messi, los nuestros... Son los mejores porque son los que mejor manejan la pelota y a mayor velocidad. El físico hay que tenerlo, pero lo primero es lo otro. Fue así toda la vida...
Ha citado a Cristiano. Usted que lo tiene más cerca, ¿cómo lo ve?
Es portada en Portugal todos los días, es un icono en el país. Genera el debate de los grandes jugadores. Es buenísimo: vale lo que quieran pagar por él.
Si le ponen a la venta.
Claro. Juega en el Manchester, ¿eh? Me parece normal que el Madrid suspire por él.
¿Y lo del Balón de Oro, cómo lo ve? Parece que el favorito es Cristiano.
Me gustaría que lo ganara un español. De ese premio se dice que es una guinda para los que han ganado algo y España se llevó la Eurocopa. Lo que no veo claro es cómo se elige entre Casillas, un portero; Torres, un delantero y el juego de Xavi... Con el Balón casi siempre me quedó la impresión de que quien lo merecía era otro.
Sí, más de una vez.