Derbi descafeinado

El duelo de matadores que aguardaba el Mediterráneo se quedaba cojo ayer cuando Luis Fabiano se paraba a lamerse las heridas en Nervión por precaución. Con la nómina de atacantes en números rojos, a Manolo Jiménez sólo le queda encomendarse a ese fondo de inversión sin pozo que es su cantera para amenazar al crecido Almería. Fernando, Carreño y Armenteros son los comodines del filial con los que jugará en el derbi para desplazar a la punta al oro olímpico Lautaro Acosta. Es la oportunidad del argentino y se le exigirá presencia para hacer olvidar a los cracks. A Negredo, sin embargo, no le piden nada. El Animal, simplemente, marca. Apabulla a los rivales, los intimida con su descomunal fuerza. Gonzalo Arconada no necesita presionarle. Porque con el ritmo que lleva, difícil será que el madrileño no acabe el año rondando la veintena.

El Almería ganó al Sevilla la pasada temporada. Dentro y fuera. Pero escoció sobre todo el derbi del Pizjuán (1-4 el 19 de abril, última derrota sevillista en Liga). Emery dejó en nada a Jiménez y los rojiblancos golearon. Esas afrentas no se olvidan y el técnico del Arahal lo lleva grabado a fuego. Unai ya no está, pero Arconada hurga un poco más en la herida: "Este Sevilla es más conservador que el de Juande". Flecha al corazón de Jiménez. La batalla táctica está servida.

Ahora bien, hay un nombre propio oculto en el lateral derecho, puesto tradicionalmente llamado a la discreción. Allí agacha su pelada cabeza Bruno. Lo tiene hecho con el Sevilla para la temporada que viene, pero el catalán echa balones fuera cuando se le pregunta. Muchas miradas se centrarán también en él.

Diego Alves revive hoy su debut en la Liga

El Sevilla fue el invitado de piedra en una tarde, la del 1 de diciembre de 2007 en la que nació una nueva estrella del fútbol. Diego Alves tardó sólo 12 minutos en demostrar de qué pasta está hecho. En ese momento consiguió evitar el gol de Kanouté en un disparo a bocajarro dentro del área pequeña y eso fue suficiente para meterse a su público en el bolsillo que, hoy en día, sigue teniendo al brasileño en la lista de los jugadores más queridos. Luego hubo más grandes paradas a estrellas como Navas o Capel. Alves tuvo el temple suficiente para aguantar su meta a cero con rivales como Real Madrid, Deportivo, Espanyol o Valencia. El Racing de Marcelino paró el reloj del registro de imbatibilidad del portero rojiblanco en los 679 minutos, entre los diez mejores de la historia de la Liga.