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Antonio Tapia

"A los cien primeros días del equipo le pongo un sobresaliente"

En Casa Dani, un pequeño museo de fútbol en el corazón de Fuengirola, nos reunimos con Tapia para hablar de sus primeros cien días. Salta la vista que quiere al Málaga.

Antonio Tapia

Cien días en el Málaga, entrenador.

Sí, bueno, es un tiempo que yo pensaba suficiente para ver la evolución del equipo. Todavía hay margen de mejora, pero hemos reaccionado y el equipo se ha sobrepuesto bien. Las dos victorias nos han dado mucha moral y el juego del equipo invita a pensar que seguiremos creciendo.

Son cien días en el club, pero no se han cumplido los cien que pidió poco después de empezar la Liga.

Lo de los cien días fue una metáfora, se lo dan a los Gobiernos antes de evaluar sus primeros trabajos. Tres meses es un tiempo necesario para ver el rendimiento del trabajo que se realiza. Dadas las características del entorno del fútbol, se es un poquito impaciente. Y no hemos hecho nada, hasta la décima jornada no sabremos hasta dónde podremos llegar.

Para sentirse realizado en el trabajo, necesita ser feliz. ¿Lo es?

Sí, por las facilidades que me dan los jugadores, el compromiso que existe en la plantilla. Por eso siempre te vas a casa con los deberes hechos. Uno siente un mayor compromiso porque al ser de esta zona, la responsabilidad es mayor.

Llegó a decir que no había dormido después de ganarle al Valladolid.

Dije que dormí mal y es verdad. Había tres partidos esa semana y no sumamos ni en Almería, donde jugamos mal, ni ante el Valencia. Habíamos hecho un partidazo sin premio. Y la tensión después de ganar al Valladolid me llevó a eso.

¿Está más responsabilizado por ser de la casa o porque es su segunda etapa?

También he tenido preocupación en Mijas, Fuengirola, Los Boliches y El Ejido. He tenido noches malas y momentos muy bonitos, pero la responsabilidad es muy parecida. Mi trabajo me gusta y cuando me comprometo trato de cubrir los objetivos y estar a la altura. Aquí tienes más responsabilidad, ves el sentimiento que hay porque son acérrimos del Málaga y no puedes fallar. Y a veces no está en tu mano y te genera cierta impotencia no ganar. Uno ve a los niños pequeños y los mayores que siguen a su equipo. El Málaga es un fenómeno social en nuestra provincia. Seguramente, el fenómeno que más atención capte. Y el protagonismo que nos dais a los entrenadores no es ni bueno. Salimos más en los medios que los políticos y el entrenador está tomando una dimensión que no se ajusta a su trabajo, a sus responsabilidades.

¿Y qué le dicen los amigos ahora que gana su equipo?

Lo normal. Cuando se pierde (risas), hay críticas, es lógico. Y cuando se gana halagos. Es lógico. En Huelva hicimos un partido fantástico. Ves la felicidad que genera y eso te responsabiliza más. Porque piensas que tienes que estar a la altura, responder a las expectactivas. Lo hemos pasado mal en la pretemporada, pero estamos en condiciones de salvarnos sin penalidades.

Y la gente les sigue.

La afición sigue apoyando en masa porque el campo se llena todos los partidos, hay una expectación tremenda. El equipo empieza a responder y a satisfacer las expectativas de la afición. Vamos a tener que sufrir hasta el final, pero vamos a conseguir el objetivo. La comunión entre afición, medios de comunicación y equipo dará la permanencia.

¿Dejó de creer en la plantilla en algún momento?

No, porque conozco a los jugadores que han venido y el rendimiento que pueden dar. Tenemos una plantilla equilibrada, con futbolistas muy comprometidos y con calidad para competir por el objetivo. Tengo buenas sensaciones por lo que vemos.

Una de táctica: ¿por qué Duda en la derecha?

Duda vino del Cádiz jugando de mediapunta con Orúe, lo hacía bien. Todo necesita su tiempo, es una cuestión de darle el tiempo necesario para que el jugador se sienta cómodo y vaya asimilando la posición.

¿Qué le importa más en este momento?

Mi preocupación es que el equipo siga mejorando y sobre todo recuperar a los lesionados de larga duración como Rossato, Pere Martí y Salva. Son jugadores que lo están pasando mal y para mí sería una satisfacción personal que se recuperasen rápido. Hemos hecho una cosa interesante que es superar un mal momento, el peor momento, el inicio del campeonato. Cuando aparezca otra racha mala, el jugador sabrá cómo salir.

¿Qué nota le pondría a sus cien primeros días?

Evaluaría el trabajo del equipo con un sobresaliente. Hemos pasado de estar muy mal a ver la luz y decir que este es el camino, que somos capaces de ganar partidos y competir.

¿Qué ha cambiado de su primera etapa en Málaga?

Cada vez me siento menos importante. Al principio, uno con la novedad se lo cree un poquito... Ahora te das cuenta de tu capacidad y de lo que puedes influir, pero cada vez me siento menos importante en el fútbol. El entrenador debe colaborar. Tenemos ejemplos válidos: Luis, Del Bosque, Benítez, entrenadores que no sacan pecho, que son bastante humildes y conocen el oficio. Saben el plano que le toca en la victoria y la derrota. No se tiran del carro y son inteligentes para darle el protagonismo a los jugadores, que lo merecen.

Fernando Sanz fue su jugador hace tres años. Ahora es su presidente.

Con Fernando tengo una relación muy parecida a la de cuando era jugador: respeto. Somos compañeros. No hay nada extraño, hablo con él con toda naturalidad.

¿Qué panorama ve dentro de cien días?

Soy optimista, el equipo trabaja bien, está sólido en defensa. Hay velocidad, alternativas, una plantilla larga. Es un aspecto importante para valorar al equipo. No hay nada claro. Si sale un jugador y entra otro, el equipo sigue funcionando. Hay compromiso, los jugadores tienen hambre. Me gustaría satisfacer a la afición con buen juego en La Rosaleda y goles. Sería lo ideal, y creo que también podremos hacer un juego vistoso, soy bastante optimista.

Y faltan por recuperar Fernando, Salva, Luque...

Mejor. Más competencia al máximo nivel, futbolistas de experiencia en la Liga que tienen que aportar mucho al equipo. Que se recuperen ya.

Viejas y preciosas fotos de jugador

Una foto de las muchas que guarda Daniel en su bar nos enseña a Antonio Tapia jovencísimo, menos de 30 años, entrenando. También las hay como jugador. 40 años comprando AS dan para ese tipo de fotos y más. Casa Dani, un descubrimiento de bar en Fuengirola, fue el sitio escogido por Antonio Tapia para charlar con este periódico de sus cien primeros días al frente del Málaga en esta segunda etapa que tantas ilusiones despierta en la afición.