Fernando Torres se mostró entristecido por la resolución de la UEFA de cerrar el Calderón cuando él iba a volver. Con esta decisión, el ex futbolista rojiblanco pierde la oportunidad de regresar su casa con el Liverpool. "Después de tanto tiempo esperando, es la peor noticia y más inesperada que podía escuchar esta mañana", lamentaba el delantero red. Tras el sorteo en el que Liverpool y Atlético quedaron encuadrados en el mismo grupo, la expectación creció alrededor de la vuelta del Niño al Calderón. A Fernando le hacía mucha ilusión jugar de nuevo en la ribera Manzanares: "Tenía muchas ganas de volver".

El pupilo de Rafa Benítez charlaba ayer sobre el asunto con Casillas en la concentración de la Selección. "Para un día que íbamos a jugar ahí... Ya sabía que no iba a jugar Champions en ese campo. Tenía que ser un milagro", se quejaba Fernando, poniéndole algo de humor al mal tiempo.

Ahora lo que le queda al Atlético es recurrir la sanción. Torres espera que el recurso que lleven a cabo los rojiblancos llegue a buen puerto. "Confío en que se pueda apelar. No sé si es definitivo, ojalá se solucione. Es una pena que por esos incidentes se cierre el campo, pero si sucede habrá que aceptarlo", decía resignado ante el castigo impuesto por el Comité Disciplinario de la UEFA.

Los reds.

Además, el club del Niño ha manifestado su preocupación por lo que ocurrirá en el próximo partido de la Champions. El equipo inglés cree que el anuncio de la UEFA llega muy cerca del partido. "Estamos muy preocupados por nuestros seguidores. Hay 3.000 que iban a viajar a Madrid y la mayoría ya tenía preparados sus traslados", reconocía Rick Parry, director ejecutivo de la entidad. Según el directivo red, el traslado del partido a otro estadio sería muy perjudicial para los aficionados de Anfield: "Si el encuentro se disputa al menos a 300 kilómetros de Madrid, ocasionará enormes contratiempos y un enorme coste añadido a nuestros hinchas".