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Real Madrid | El aspecto físico, estudiado en el club blanco

El Real Madrid TEC busca el futbolista perfecto

Puesto en marcha la temporada pasada, está en plena fase de montaje y desarrollo. Por el momento controla a la primera plantilla del Madrid, pero en un futuro lo hará a todos los equipos de las divisiones inferiores y a la sección de baloncesto. Valter di Salvo es su máximo responsable.

Enrique Ortego
<b>ATENTO. </b>Di Salvo vigila el trabajo físico de Robben, Dudek y Van Nistelrooy durante la pretemporada.
realmadrid.com

El Real Madrid puso en marcha la temporada pasada el Real Madrid TEC, un Centro de Alto Rendimiento en fase de desarrollo y montaje cuyo principal objetivo es conseguir la optimización y el máximo rendimiento de cada jugador en base a estudios fisiológicos individualizados. Se trata de buscar y encontrar el futbolista perfecto. Este programa ya está en marcha con el primer equipo y la pretensión es que a partir de la temporada próxima se extienda al Castilla y sucesivamente a todos los equipos de las categorías inferiores, además de a la sección de baloncesto.

El club no tiene cerrado un presupuesto económico exclusivo como tal para el proyecto, pero según reconoció el director deportivo Pedja Mijatovic a AS, no se van a regatear inversiones para conseguir su máxima efectividad y funcionalidad. Con el tiempo tendrá un edificio propio y se contará con las máquinas en la materia más innovadoras del mercado. El concepto a desarrollar es que el futbolista es un valor para el club y éste debe cuidar su producto para que le dure el mayor tiempo posible.

Valter di Salvo, 45 años, que ya había sido preparador físico blanco de la mano de Queiroz (03-04) y que había trabajado las tres últimas temporadas en el Manchester United, fue el elegido como máximo responsable del proyecto. El suyo fue un fichaje directo del club. No llegó con Schuster ni su futuro está ligado al de ningún entrenador. Su cargo es absolutamente independiente y su labor consiste en poner a disposición de los distintos técnicos todos los datos físicos de los jugadores. De momento, además de una secretaria, a sus órdenes tiene cinco fisioterapeutas y tres recuperadores, que trabajan todos con el primer equipo.

El Real Madrid TEC valora, mide, estudia y controla todos los entrenamientos y partidos del equipo para acumular la mayor información posible sobre los jugadores. Con esos datos, con esos números, más las sensaciones del propio deportista y las que perciben sus preparadores en el contacto diario, el objetivo es mejorar el rendimiento de todos y cada uno de ellos.

No son máquinas. Se huye de la robotización porque Di Salvo considera vitales los factores emocionales que afectan también el rendimiento del jugador. Se trata de aprovecharse de la tecnología que ayuda a controlar la velocidad, la resistencia, la potencia y la capacidad de esfuerzo para conocer qué entrenamiento necesita cada jugador porque todos son diferentes y tienen unas características físicas especiales. No es igual la preparación de Van Nistelrooy que la de Robben, la de Diarra que la de Raúl. Se tienen en cuenta todos los datos personales y físicos de cada jugador, su posición en el campo, su historial médico... La tendencia en el entrenamiento se dirige hacia la personalización y se considera obligatoria la prevención de las lesiones con trabajos específicos y con la misma individualización.

En este sentido se parte de la premisa de que en el deporte las lesiones son inevitables porque existe el contacto y las intensidades son imposibles de controlar, pero se trata de prevenirlas en determinados casos con los datos de que se disponen. Por ejemplo, un estudio de la FIFA señala que por cada mil minutos de entrenamiento el riesgo de lesión es del 4,6 por ciento y por cada mil minutos de partido es del 29 por ciento. Siete veces más. Es evidente que los futbolistas se lesionan jugando y lo que se intenta es que pare cuando sus números se acerquen a la horquilla del peligro. La teoría de Di Salvo es que es mejor dejar de jugar un partido sin estar todavía lesionado que lesionarse y después ser baja en cinco o seis. Se juegan más encuentros controlando los esfuerzos. Siempre será mejor regular el esfuerzo y parar voluntariamente antes de tenerlo que hacer por obligación. Cuando se está cansado física o mentalmente hay mucho más riesgo de lesión.

El objetivo es que el futbolista dispute cuantos más partidos mejor a lo largo de la temporada y al mejor nivel físico. Es una estrategia clara de futuro. No se debe pensar en los dos meses inmediatos de competición, sino en los diez que dura la campaña.

Rotaciones. Y este es el momento, con toda la información de todos los jugadores sobre la mesa, en el que entra en juego el arma de las rotaciones. "A ver si alguno de ustedes aprende que las rotaciones son necesarias", señaló Schuster después del partido ante el Espanyol. Una demostración evidente de que está plenamente concienciado con el asunto, lo acepta y tiene en cuenta todos los instrumentos que le llegan desde el Real Madrid TEC. Schuster ha comprendido que cuando le recomiendan dar descanso a un futbolista porque está en el límite físico no se le quiere quitar para un partido, sino preservarlo para que luego pueda contar con él el mayor número de encuentros posibles.

La experiencia de este tipo de trabajos entiende que no sirve de nada que un futbolista dispute diez partidos seguidos si pone en peligro su presencia más tarde en un periodo largo de tiempo. Lo mismo que no es importante ejercitarse seis horas al día, sino la calidad del entrenamiento.

Concienciados. La plantilla blanca se siente cada vez más identificada con esta fórmula de trabajo. El futbolista, escéptico por naturaleza ante las novedades que alteren su ritmo de trabajo, se está convenciendo de que el futuro pasa por el trabajo físico individualizado y personalizado. Di Salvo intenta convencerles de que sólo depende de ellos ser cada día más completos y para ello es obligatorio que cada uno trabaje de acuerdo con sus necesidades. La filosofía es trabajar más en cada sesión, pero siempre en la faceta que exista un déficit. El jugador debe entender que lo hace para mejorar su rendimiento.

La puesta en marcha de un Centro de Alto Rendimiento como éste, o como el que desde hace años tiene el Milán, es factible por el avance de las tecnologías y la posibilidad de tener más instrumentos de conocimiento en todo lo relacionado con la condición física de un jugador. Todos estos programas de trabajo no se reducen al resultado que ofrecen las modernas máquinas que miden los parámetros físicos del deportista. Estas máquinas no son cerebros electrónicos. Es más, los datos que facilitan vienen a sustituir a los que se conseguían de forma manual con los cronómetros hasta no hace mucho. El secreto, según apuntan los especialistas como el propio Di Salvo, está en interpretar los números. Los programas no los hacen las máquinas, que son instrumentos para medir las capacidades del deportista, los elaboran los profesionales. Se trata, en definitiva, de un laboratorio al servicio del futbolista, para perfeccionar su entrenamiento y rendimiento.

Poco éxito de los desayunos y comidas voluntarios

Está comprobado científicamente que la alimentación afecta al rendimiento del deportista y, por lo tanto, el Real Madrid TEC ha puesto el acento en este sentido. Desde la temporada pasada, la primera plantilla tiene a su disposición en Valdebebas un desayuno y una comida que son voluntarios y poco visitado por los jugadores. Sin embargo, la presencia es mayoritaria los viernes cuando se celebra una jornada de convivencia con un aperitivo servido por el Asador Txistu. El desayuno consiste en cereales, leche desnatada y de soja, galletas, aceite para prepararse tostadas, jamón de york y queso blanco y tiene más éxito que la comida, que se basa en pasta, carne, pescado y ensaladas. La otra novedad alimenticia es que se ha sustituido la bolsa de después del partido (dos bocadillos, una pieza de fruta y un refresco) por una cena caliente (caldo y pasta) que se toma en el trayecto entre el estadio y el aeropuerto. Todos los menús de los días de concentración son elaborados por Luis Serratosa.