NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Copa del Rey | Celta 2 - Real Sociedad 0

Por fin despertó el Celta

Dinei consiguió dos goles y Trashorras dio un recital

Clemente Garrido
<b>ALEGRÍA</b>. Dinel es abrazado por sus compañeros tras conseguir uno de los tantos que dieron el pase a la siguiente eliminatoria.
ALEGRÍA. Dinel es abrazado por sus compañeros tras conseguir uno de los tantos que dieron el pase a la siguiente eliminatoria.

Si los futbolistas del Celta que ayer jugaron contra la Real son los suplentes, tal vez es hora de replantearse muchas cosas. Los vigueses realizaron, con diferencia, el mejor fútbol de la temporada y le dieron un auténtico baño a una inoperante Real Sociedad.

La primera parte fue un absoluto monólogo celeste. Los de Murcia pudieron sentenciar la eliminatoria por la vía rápida. El cordobés volvió a sorprender con la alineación y el esquema. Al técnico céltico se le puede acusar de muchas cosas, pero jamás se podrá decir que es previsible ni poco versátil. Cinco defensas, trivote, dos delanteros, un mediapunta... Murcia se maneja, con mayor o menor fortuna, con todos los esquemas imaginables.

Y al César lo que es del César: ayer acertó por completo. Alineó a Fabiano y Lucas, dos laterales eminentemente ofensivos, y para cubrir sus subidas situó a tres centrales. Aunque pueda parecer una opción conservadora, resultó todo lo contrario. Gracias a la conexión Trashorras-Dinei y a las llegadas por los carriles, todas las ocasiones fueron viguesas.

El ariete brasileño estrelló un balón en el larguero en los primeros minutos. Danilo y Lucas también amenazaban. El gol, no obstante, llegó de los pies de Dinei, que marcó a placer a pase de un genial Trashorras. Pero no por ponerse por delante los vigueses se echaron atrás. Zubikarai tuvo que sacar un fuerte disparo de Dinei, que demostró un tremendo espíritu de cañonero. Fabiano también la tuvo, pero marró un mano a mano ante el guardameta realista.

Sigue el dominio.

El descanso no cambió el decorado. La Real, muy pobre, no espabiló ni por la necesidad del marcador adverso. Decía Lillo que no iban a tirar la Copa. O sus futbolistas no escucharon sus palabras, o son unos incapaces, o ayer tuvieron un día terrible.

El Celta seguía llegando con comodidad, jugando como hacía mucho que no se le veía. Fruto de esta superioridad llegó el segundo gol celeste (y se veía venir). Una espléndida triangulación entre Michu, Fabiano y Dinei terminó con el segundo tanto del brasileño. El delantero, que estuvo brillante, dejaba poco después su puesto en el campo (merecida ovación) a David Rodríguez.

Desde el 2-0 todo fue mucho más fácil para el Celta. Por primera vez en la temporada el celtismo pudo disfrutar. Los menos habituales se reivindicaron y ahora sólo falta trasladar la buena imagen a la Liga y confirmar de una vez que las tres primera derrotas ligueras son una pesadilla olvidada. Y en Copa todo indica que tocará un Primera. Ahí están el Madrid, el Barcelona o, por si hay a quien le guste el morbo, el Deportivo. Balaídos pronto volverá a ser una fiesta.