Llegó el día para reivindicarse

Antaño, no hace mucho, se jugaban Ligas y Copas, y desfilaban por la Champions o la UEFA. Entre los dos suman 109 temporadas y 3.544 partidos en Primera. Hoy se pegan por verle la cara de cerca a un equipo de la máxima categoría en la próxima ronda. Obviamente, algo (muchas cosas) se ha hecho mal en Vigo y en San Sebastián para ver a dos históricos atravesar momentos tan duros, pero esa es otra historia. Con vidas paralelas, Ley Concursal incluida, Real Sociedad y Celta se miden en el encuentro de más prestigio de la tercera eliminatoria de esta Copa de locos que ha diseñado la Federación.

Hasta ahí los paralelismos. Porque en la presente temporada Real y Celta se parecen más bien poco. Los txuri urdin son un equipo con pocas caras nuevas, que apuesta por un fútbol desenfadado de la marca Lillo y que hasta el pasado fin de semana (patinazo monumental ante el Sevilla Atlético) estaba firmando una campaña más que digna.

El Celta, por su parte, tiene dieciséis novedades, aún no se han ensamblado (eso dicen), y su fútbol ha sido casi tan rácano como sus resultados. En puesto de descenso en la Liga, la Copa puede convertirse en ese trago agradable que ayude al proyecto Murcia a despegar de una vez por todas.

Onces nuevos

Es una incógnita a quiénes alinearán hoy los técnicos. Lo único que han desvelado ambos entrenadores es que habrá muchos cambios: oportunidad (o posibilidad, como prefiere Murcia) para los menos habituales. En el Celta será por fin el día en que Noguerol, Dinei, Falcón, Fabiano, Danilo o Lucas puedan reivindicarse. Hoy se medirá la profundidad de banquillo de dos grandes en apuros.